lunes, 27 de marzo de 2023

Matutino de un amorío

¡Buenos días!

Así debió de ser al principio, cuando comenzamos nuestra relación, muchos años ha, sin saber muy bien si duraría o no, con la sensación de que sería algo pasajero para solazarnos en aquellos momentos, pero el caso es que mis matutinos y yo, poco a poco, fuimos conectando, atándonos inadvertidamente más y más, en cuerpo y alma, el roce que hace el cariño, ya sabéis, y ahora no concebimos la vida el uno sin el otro... cosas que pasan... la vida misma. Como hoy mismo no se me pasa por la cabeza que haga otro tiempo que el que hace, primavera en su esplendor, con sol, alguna nube y un poco de brisa, y mucha templanza, en lo que a lo benigno de las temperaturas se refiere (21ºC de máxima prevista por los madriles), pues en cuanto a lo otro, la moderación, va a ser que no, que la primavera nos incita a disfrutar, a desparramar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Crónica de un amor efímero" ("Chronique d'une liaison passagère", 2022), de Emmanuel Mouret, y con Sandrine Kiberlain, Vincent Macaigne, y Georgia Scalliet. De este director francés había visto dos de sus anteriores películas, que me encantaron tanto o más que esta que hoy glosaré, "Las cosas que decimos, las cosas que hacemos" ("Les choses qu'on dit, les choses qu'on fait", 2020) y "El arte de amar" ("L'art d'aimer", 2011).

Un hombre y una mujer se conocen y se hacen amantes. Ella está separada de hace tiempo y él felizmente casado y sin intenciones de romper su matrimonio. Ambos tienen hijos, incluso algunos ya mayores, y acuerdan que solo será una aventura sexual, sin más, a sabiendas de que su relación antes o después acabará... pero en sus esporádicos encuentros, de creciente frecuencia, disfrutan tanto hablando como teniendo sexo y a pesar de sus opuestos caracteres congenian la mar de bien, y van sintiendo cada vez mayor bienestar mientras están juntos.

Estupenda película (nota: 8), una delicia que me encantó, tanto como las dos anteriores que había visto de este cineasta, del que ya me declaro fiel seguidor (y amante), si ya no lo era antes con solo dos flirteos de algo más de hora y media cada uno. Una comedia romántica diferente, envuelta en una particular atmósfera, la propia de otras películas de su director, poquísimo o nada convencional, pues nos habla de un fiel amor infiel (y duradero, lo que deja en ironía su título). Sin embargo, como se desprende del título de su anterior película, aquí también se pone de manifiesto la gran contradicción que bastantes veces nos invade a la mayoría entre lo que decimos y lo que al final hacemos, o desearíamos hacer, entre nuestros deseos de palabra y los de obra, muy especialmente en lo referente a las relaciones amorosas.

Ahora llega nuestra cita con las citas de sabiduría ajena, de sempiterna fidelidad desde que apareció tímidamente por la vida de los matutinos, tanto que es muy difícil separarse de ella:

 - "La felicidad es efímera; la certidumbre, engañosa. Sólo dudar es duradero".  (Frédéric Chopin).

 - "Las cosas bellas son perecederas y los bellos tiempos son efímeros".  (Jaime Balmes).

 - "Porque en la vida no hay más realidades que éstas: un destello de sol, un aroma de rosa, el son de una voz; y aun así de vanas y efímeras son lo mejor del mundo, lo mejor del mundo para mí".  (Luis Cernuda).

 - "Cada mujer es para mí un maravilloso mundo que se me ofrece; me recreo con las hermosas melodías de su rostro, y basta con una efímera mirada de mis ojos para poder gozar más que otros, con todos sus sentidos, en su vida entera".  (Heinrich Heine).

Besos y abrazos,

Don.

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