miércoles, 15 de marzo de 2023

Toda una sangría de sedante belleza matutina

¡Buenos días!

Vuelvo a engancharme con otro de mis bien amados matutinos, y no me duelen prendas en reconocer la absoluta belleza de todo lo que me rodea cuando observo y siento desde esta privilegiada atalaya, eso sí, lejos de dejarme invadir por el síndrome de Stendhal, y tanto disfruto con ello, desparramando a mi aire, que no necesito aliviar los males que por otro lado pudieran acaecerme con pastilla alguna. Además, otro chute de primavera nos receta este arrobador día de hoy que se nos presenta ante nosotros, perfectamente soleado, calmo, tibio y agradable, florido, y en el que se espera una máxima por los madriles de 20ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película documental, una de las cinco nominadas al Óscar de su categoría, que no ganó, aunque obtuvo el León de Oro de Venecia, entre otros premios más. Se trató de "La belleza y el dolor" ("All the beauty and the bloodshed", 2022), de Laura Poitras, de quien había visto otro de sus anteriores, "Citizenfour" (2014).

Se retrata la vida de una artista estadounidense, la fotógrafa Nan Goldin, cuya obra es expuesta en los principales museos del mundo, que hace unos años inició una cruzada contra una compañía farmacéutica, y la multimillonaria familia que la regenta, por lanzar al mercado un opiáceo altamente adictivo publicitando su inocuidad y que ha provocado cientos de miles de muertes por sobredosis en EE.UU. Ella fue tratada con él por prescripción médica tras una operación y acabó totalmente adicta, pero logró sobrevivir y salir de ahí. Se nos narran su rebeldía y problemas familiares desde la infancia (años 60) y adolescencia, su inmersión en el arte underground y su activismo político a favor de otras diversas causas.

Buen documental (nota: 6), básicamente por sus maneras formales, aunque me costó bastante empatizar con parte de lo narrado en él (cosas de mi poco gusto por el arte moderno y demás) y no me pareció especialmente fácil de ver. Fui con la idea de que iba de esa lucha de una mujer contra una compañía farmacéutica que fomentó una epidemia de adictos a los opiáceos, pero al final eso no fue ni la mitad de la película, pues habla de otros temas, como el pernicioso efecto sobre los hijos de unos padres no especialmente interesados en serlo, el arte como reverberación de cierto malestar social (y personal), la no demasiada justicia que se desprende de la Justicia (y del Gobierno), especialmente si no eres poderoso, y como estos tratan de lavar su mala conciencia con pírrica beneficencia, etc.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, quizá alivio para almas eventualmente doloridas, bueno, en realidad solo una (con su versión original), y que se cita en la película hoy glosada:

 - "Qué graciosa es la vida, ese misterioso trato de despiadada lógica para un vano propósito. Lo más que puede esperarse de ella es un cierto conocimiento de uno mismo, que llega demasiado tarde, y montones de disculpas que nunca se acaban".  (Joseph Conrad, "Heart of darkness").

 - "Droll thing life is - that mysterious arrangement of merciless logic for a futile purpose. The most you can hope from it is some knowledge of yourself - that comes too late - a crop of unextinguishable regrets".  (Joseph Conrad, "Heart of darkness").

Besos y abrazos,

Don.

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