domingo, 3 de noviembre de 2019

Antigua compenetración matutina

¡Buenos días!

En perfecta sintonía me encuentro desde siempre con estos matutinos cada vez que vengo por aquí a charlar un ratito con ellos, pasando la mañana de la más grata manera posible. Además, estos días cada vez más parecen compenetrarse con lo que corresponde a la estación que nos encontramos, el otoño, con nubes grises, algunas lluvias, a ratos sol, viento, y no demasiado frío. Para hoy tendremos 16ºC de máxima prevista por los madriles, y bajando para días sucesivos.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Parque Lezama", escrita por Herb Gardner ("I'm not Rappaport", 1985), adaptada y dirigida por Juan José Campanella, e interpretada por Luis Brandoni y Eduardo Blanco. Debut como director teatral de este prestigioso director argentino de cine, de quien había visto cinco de sus ocho películas, la más reciente de las cuales fue hace pocos meses, "El cuento de las comadrejas" (2019), que en cierto modo trata similares temas a la obra de teatro.

Dos octogenarios se sientan cada día en un banco del parque: un histórico militante del partido comunista, idealista luchador de todo tipo de causas; y un escéptico cascarrabias, conformista con todo lo que le toca vivir. Ambos se autoengañan en lo referente a su ancianidad, pues se sienten como si todavía fueran jóvenes. No se conocen, salvo por sus charlas en el parque a consecuencia de las historietas que el primero se inventa.

Una obra de teatro normalita (nota: 5) esta comedia que fue de menos a más, que al principio no me decía gran cosa, pero gracias a alguna que otra situación divertida e ingeniosos diálogos que daban que pensar, me fue interesando más conforme avanzaba. A través de las charlas de ambos, especie de Quijote y Sancho, y los encuentros con familiares y gente que pasa por el parque, nos habla del trato que la sociedad dispensa a los ancianos, de hijos que creen saber que es lo mejor para sus padres, y de vivir con ilusión hasta casi el mismo momento en que nuestro cuerpo nos diga que hasta aquí hemos llegado.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, con las que tengo la ilusión, nada vana, de que sintonicen perfectamente con nuestras entendederas:

 - "Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos, que no son otra cosa que humanos antiguos".  (Lin Yutang).

 - "Los ancianos moderados, no exigentes y de buen carácter, pasan una vejez tolerable; en cambio el fastidio y el mal carácter resultan molestos a cualquier edad".  (Marco Tulio Cicerón).

 - "Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión".  (Santiago Ramón y Cajal).

Besos y abrazos,

Don.
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