Da
igual donde se encuentren, que dentro de ellos todo se atempera, haciéndole a
uno la vida más fácil, para luego poder salir ahí fuera con tranquilidad
absoluta. Tampoco estos tibios días de otoño invitan a la destemplanza, sea del
tipo que sea, que las grises nubes de hoy, y de pasados días, nos abrigan
confortablemente por muy al raso que nos podamos quedar. Sin mucha probabilidad
de lluvia, la máxima prevista para hoy será de 12ºC (con mínima de 9ºC),
estabilidad térmica que induce templanza en nuestro ser.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Intemperie",
de Benito Zambrano, basada en la novela homónima de Jesús Carrasco, y con Luis
Tosar, Luis Callejo, Jaime López, Vicente Romero, y Kandido Uranga. De este
director había visto tres de sus anteriores películas: "La voz dormida" (2011), "Habana blues" (2005), y "Solas" (1999).
Mediados
de los años 40, durante nuestra posguerra civil. Un niño escapa de un cortijo
perdido en la inmensidad de un secarral andaluz tajado por peligrosos
barrancos, a través del que huye de su infierno particular. El capataz y sus
hombres le persiguen sin descanso. El chaval se topará con un taciturno pastor
que le salvará de morir en el tórrido y árido desierto y le protegerá. A partir
de ese momento el rumbo de ambos dará un giro sin retorno posible.
Película
que no me llegó a atrapar (nota: 5), se me escapó de mis
entendederas, pero que tampoco me maltrató y que vi sin desagrado. Buenas
maneras formales, pero la historia no me dijo gran cosa y se volvió cada vez
más tópica conforme avanzaba hacia el final. Aires de western muy polvoriento,
de gaznate seco, las de este drama rural con la posguerra civil, plena de
miseria e injusticias, tan al fondo que estaba casi totalmente fuera de campo,
y que básicamente trata de una relación paternofilial, aunque no sean padre e
hijo, y de la iniciación a la cruda vida de un muchacho, orientado por algún
sabio consejo, aunque enseñado más con hechos que con palabras, sobre los
adecuados códigos de conducta.
Ahora,
para templar todavía más los ánimos, nada como un poquito de sabiduría ajena:
- "La excelencia moral es resultado del
hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando
actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía". (Aristóteles).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario