Bien
lo sabéis, pues me roban el corazón, y buena parte de mi tiempo, pero tan bien
me acogen y tanto me ofrecen que no puedo sino darles todo mi afecto, así, de
gratis, y sin que tengan que quitármelo. Pues ya estamos de invierno de
calendario, pero tan generoso que ha permitido quedarse con él al otoño
meteorológico, al abrigo de estos días serenos, soleados (cuando consigue
levantar la niebla), y sumamente agradables de pasear. La máxima prevista para
hoy será de 14ºC, con madrugada rayana en la helada.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo una película que desde ya mismo os
recomiendo encarecidamente, muy encarecidamente que vayáis a ver, no os la
perdáis, que me entusiasmó, como no podía ser menos siendo quien es su
director. Se trató de "Un asunto de familia"
("Manbiki kazoku"), de Hirokazu Kore-Eda, y con Lily Franky, Sakura
Ando, Mayu Matsuoka, Kirin Kiki, Kairi Jyo, y Miyu Sasaki. De este director
japonés, que me entusiasma y maravilla, todo un reverendo maestro del cine para
mí, había visto las nueve más recientes de sus anteriores, todas cuando menos
excelentes, a saber: "El tercer asesinato" ("Sando-me no satsujin",
2017), "Después de la tormenta" ("Umi yori mo mada
fukaku", 2016), "Nuestra hermana pequeña" ("Umimachi diary",
2015), "De tal padre, tal hijo" ("Soshite chichi ni
naru", 2013), "Kiseki (Milagro)" ("Kiseki", 2011), "Air doll" ("Kûki ningyô", 2009), la excelsa
y sublime obra maestra que es para mí "Still walking" ("Aruitemo, aruitemo", 2008),
"Hana" ("Hana yori mo naho", 2006), y "Nadie sabe" ("Daremo shiranai", 2004).
En
un gélido día de invierno en un suburbio de Tokio, de regreso de uno de sus
habituales pequeños hurtos en un supermercado, un padre y su hijo
preadolescente se encuentran en la calle a una niña pequeña hambrienta y
aterida de frío, cuyos padres no hacen mucha cuenta de ella, ni de su desaparición.
La llevan a su muy humilde casa, pero la esposa no quiere que se quede, pues
sería otra boca más que alimentar, ya que también viven allí su hermanastra y
su abuela. Al final la mujer se encariña con la adorable niñita, y con su
consentimiento (no quiere volver con sus padres) se la quedan. Son una familia
feliz (de ladronzuelos) que sobrevive con dificultades debido a los míseros
sueldos de sus trabajos basura, y a la ruin pensión de la abuela, por lo que
necesitan complementar sus escasos ingresos con los latrocinios de todos.
Magistral
película (nota: 10), drama que no lo es, o al menos no se siente
como tal, otra sutil, sensible, sublime, exquisita y profunda historia, puro
realismo poético pleno de hondura, de este excelentísimo director al que
reverencio. Historia de una familia en el margen, en el de su apuradísima
economía y en el de las convenciones sociales, y sin embargo feliz a su modo,
que por pura necesidad no le queda otra que estrechar lazos, con amor, por muy
circunstanciales que sean; de gente que quiere ser padres y no puede, o no le
dejan, y de otros que pudiendo no quieren ejercer (y sus hijos bien que lo
pagan). También de pobreza, de injusticia social, criticando soterradamente el
estado de las cosas. Imprescindible película, como el resto de las de su
creador.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, de esas que he ido birlando por ahí para
contribuir a nuestro comunal beneficio:
- "El fuero para el gran ladrón, la
cárcel para el que roba un pan".
(Pablo Neruda).
- "Los lazos de la amistad son más
estrechos que los de la sangre y la familia". (Giovanni Boccaccio).
- "No es la carne y la sangre, sino el
corazón, lo que nos hace padres e hijos".
(Friedrich von Schiller).
- "Los vínculos de consanguinidad no
bastan para sostener las relaciones de afecto. Siempre tienes que poner algo
más de tu parte". (Hirokazu
Kore-Eda).
Besos
y abrazos,
Don.
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