viernes, 30 de mayo de 2008

Obligaciones matutinas

¡Buenos días!

Cuando uno se las impone a sí mismo y las asume como naturales, no lo son tanto, que casi son de libre albedrío. Yo casi cada mañana me impongo, con gran agrado, ésta de escribir los matutinos, no "perreo" como con algunas de las verdaderas obligaciones que flotan por ahí y que a veces nos ponen entre la espada de la imposición y la pared de nuestras hondas convicciones. Siempre podremos salir airosos de tales dilemas a poco que nos estrujemos las meninges. Por lo demás, un fresco y nublado día de primavera a la vera de la hoy festiva ribera del Arlanzón.

Ayer por la tarde estuve viendo otra película de las que se programan en el Aula de Cine de la Universidad de Burgos. Se trató de la japonesa "Hana" ("Hana yori mo naho"), de Hirokazu Kore-Eda, y con Junichi Okada y Rie Miyazawa. De este director ya había visto hace pocos años otro film, "Nadie sabe" (ver su matutino más abajo).

Historia de un samurái distinto, especial, a contracorriente; un desastre para los de su gremio, cobarde, torpe y pobre, aunque con mucho sentido común, que se mezcla con la plebe, dedicándose a enseñarles a leer y escribir en vez del uso de la katana. Escenas costumbristas de principios del s. XVIII con toques de humor. Según el código de honor de los samuráis, está obligado a vengar la muerte de su padre, lo que le plantea montones de dudas morales que le paralizan, amén que se va enamorando de una joven viuda, lo que le va aferrando cada vez más a la vida, resistiéndose a cumplir con la ética samurái. Al final, ayudado por los miserables que viven en el pueblo, gracias a una pantomima, logra rodear la espada y la pared.

Buena película en general con algunos reparos, pues su tendencia a ser coral hacía que las historias marginales diluyeran algo la historia principal. Además, dada la difícil comprensión de ciertos crípticos comportamientos japoneses, es bastante posible que se nos escapen algunos detalles. Tuvo momentos sublimes y otros de desconcierto.

Ahora os obligo a un poquito de sabiduría ajena:

- "El verdadero valor de un hombre se determina examinando en qué medida y en qué sentido ha logrado liberarse del yo". (Albert Einstein).

- "Héroes son los que, contra las ideas admitidas, sostienen sus ideas". (Alexis Carrel).

- "Odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro". (Noel Clarasó).

- "Cuando uno estima en nada su vida, se convierte en dueño de la ajena". (François Fénelon).

- "Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable" (León Tolstoi).

- "Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo". (Cicerón).

- "Una buena conciencia vale mil espadas". (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.

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Desconocimiento matutino
(Lunes, 20 de junio de 2005)

¡Buenos días!

Días de rabioso calor a la vera del Arlanzón, aunque no tanto como este fin de semana pasado en Madrid, donde casi me cocí en mis propios jugos ... y todavía no ha llegado lo duro del verano, que astronómicamente entrará mañana, día del solsticio de verano, la noche más corta y el día más largo.

Días casi desconocidos para mí, pues no es muy normal este calor por estos lares, al menos tantos días seguidos. De todas formas, aquí es muy llevadero, pues al menos por las noches se respira con alivio, y durante el día, comparado con Madrid, por ejemplo, es agradabilísimo, con ese envolvente, suave y cálido abrazo térmico que no agobia nada ... nada que ver con el sofocón de allende el sur.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película japonesa, "Nadie sabe", de Hirokazu Kore-Eda. Muy, pero que muy buena película. Perturbadora y sobrecogedora historia sobre 4 niños abandonados por su egoísta madre, cada uno de padre distinto y que tienen entre 5 y 12 años. Está basada en un hecho real, y nos narra con parsimoniosa cadencia la dureza de la existencia de estos hermanos. Película de desoladora hermosura y de hermosa desolación vital de estos chavales, que aún así tratan de sobrevivir lo mejor posible. Muy buena la música.

Pues para que todos sepamos algo más de esta procelosa vida, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "No nos quejemos del calor, que es la caricia del sol. No nos quejemos del calor, que todo lo fecunda. Pensemos, por el contrario, que si el frío es el padre de la pureza y blancura, el calor es el padre del deseo, de la belleza y del amor". (Amado Nervo).

- "Es una locura y una injusticia privar a los hijos, aún adolescentes, de la familiaridad de los padres e intentar someterlos a una austeridad desdeñosa, confiando por semejante medio conseguir la sujeción y la obediencia". (Montaigne).

- "La presencia de la mujer todo lo embellece; siempre que esa mujer no sea, en ciertas ocasiones, la esposa o la madre". (Mariano de Cavia).

-"El hombre es más duro que el hierro, más sólido que una roca y, por tanto, más frágil que una rosa". (Proverbio turco).

Besos y abrazos,

Don.
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