domingo, 9 de diciembre de 2018

Matutino en el camino

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que con mi virtual hatillo de divagaciones deambulo por estos mi bien amados matutinos en busca de quien sabe qué para acabar quien sabe dónde, no importa que trabas me vaya encontrando. Y por la ruta itinerante del tiempo, del meteorológico ahora, seguimos transitando con estos serenos y soleados días de otoño, con 15ºC de máxima prevista para hoy por los madriles, dejándonos ir al albur de su calmado fluir, casi que levitando sobre las eventuales turbulencias subyacentes.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "La strada", basada en la cinematográfica obra maestra homónima del año 1954 dirigida por Federico Fellini, versionada por Gerard Vázquez, dirigida por Mario Gas e interpretada por Verónica Echegui, Alfonso Lara y Alberto Iglesias.

En la Italia de la posguerra, plena de miseria, una joven es vendida a un artista ambulante por su madre viuda, para sustituir a su anterior ayudante, hermana de la primera y fallecida. Ella es ingenua e insegura; y él, un bruto y violento forzudo de circo. Va aprendiendo a palos el oficio, actúan de pueblo en pueblo, y aunque no se siente apreciada por él y se conjura para abandonarle, no lo hace, siente cierto apego por él. Al poco, son contratados por un circo itinerante donde coinciden con un antiguo antagonista de él, un alocado bufón que cautiva con su palabra a la joven. Ambos hombres pelearán por ella.

Una muy buena obra de teatro (nota: 7) que guarda las esencias de esa magistral película que me cautivó en mis años mozos, hace ya bastantes, cuando la vi en la tele. Historia de personajes marginales, al borde del camino, que tratan de buscar su lugar en el mundo, de darle un sentido a la mísera vida que viven. También de como el amor florece hasta en los más insospechados páramos, ásperos y desabridos. Desolador neorrealismo con cierta pátina entre onírica y poética.

Y en mi matutino devenir, unas perlas de sabiduría encontré, que no estoy seguro si sabré, si nos podrían convenir:

 - "No hay final. No hay principio. Es sólo la infinita pasión de la vida".  (Federico Fellini).

 - "El arte necesita de soledad, o miseria, o pasión. Es una flor de roca, que requiere del viento áspero y el terreno duro".  (Alejandro Dumas, hijo).

 - "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo".  (Eric Fromm).

 - "Por mala senda en tenebrosa noche
sin saber a dónde voy, camino a ciegas,
ignorante a la par de dónde vengo".  (Alphonse de Lamartine).

Besos y abrazos,

Don.
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