¡Buenos
días!
Henchido
estoy de estos matutinos, y de las inmensas ganas de vivir que me insuflan cada
vez que vengo a ellos, a su afectuosa compañía, pleno de sus dones, sin el más
mínimo hartazgo, mientras sigo descubriendo cual inocente niño el mundo que me
rodea, sin acabar nunca de comprenderlo ni abarcarlo en su totalidad, flotando
con levedad en su derredor. El invierno parece que se nos desinfla, haciéndose
algo más cálido (máximas queriendo subir de nuevo de los 10ºC), pero es sólo
una de sus aparentes expiraciones, que al poco seguro que vuelve a inspirar y
coger fuerzas para tratar de nuevo de dejarnos lívidamente helados, cosa
imposible al abrigo del nada tibio y muy cálido aliento de una buena y amorosa
compañía.
Ayer
no estuve en el cine, estuve en casita viendo una en DVD. Se trató de "Air
doll" ("Kûki ningyô"), un film de 2009 de Hirokazu
Kore-Eda, y con Doona Bae. Con éste ya he visto los seis últimos films de este
excelso director. El mes pasado vi el último, "De tal padre, talhijo" ("Soshite chichi ni naru", 2013),
y anteriormente, "Kiseki (Milagro)" ("Kiseki", 2011),
la exquisita obra maestra que es para mí "Still walking"
("Aruitemo, aruitemo", 2008),
"Hana" ("Hana yori mo naho", 2006),
y "Nadie sabe" ("Daremo shiranai", 2004).
Una
muñeca hinchable de tamaño natural vive en un pequeño piso de una gran ciudad
japonesa con su dueño, un solitario hombre de mediana edad, que la trata como
si fuera una persona real. De repente cobra vida y tiene un corazón (no físico,
sino anímico) y sale a descubrir, con inocente fascinación, el mundo que le
rodea. En su deambular, conoce a un dependiente de videoclub del que se
enamora. Cada noche regresa a su hogar a cumplir su misión de amor sustitutivo
para su amo, y cada mañana mientras él trabaja sale a seguir descubriendo y
haciéndose preguntas sobre la vida, conociendo multitud de personas.
Una
muy buena película que, a pesar de su hermosura visual y aire melancólicamente
poético, no me enganchó al principio, pero poco a poco, a fuerza de la sutileza
característica de los films de este director, fue entrándome su rareza, muy
parca en palabras. De todas formas no fue redonda del todo. Una especie de
fábula en la que se reflexiona acerca de la soledad de los individuos en las
grandes urbes, de su vacío existencial, de las dificultades de comunicación y
de relaciones afectivas que padecen bastantes urbanitas, de la necesidad que
todos tenemos del aliento de otros, y de las semillas de bondad que vamos
diseminando a nuestro paso por la vida, algunas pocas de las cuales germinarán
si las condiciones son adecuadas, alentando la de otros.
Aunque
esta película se centra en la muñeca y no en su propietario, por eso de tipos
solitarios y extravagantes que compran una muñeca y la tratan como a una
persona, me recordó a otros dos films anteriores que vi: "Lars y una chicade verdad" ("Lars and the real girl", 2007), de Craig Gillespie,
y "Tamaño natural" ("Grandeur nature", 1973), de Luis
García Berlanga.
Ahora
algo de sabiduría ajena que nos infunda algo de aliento vital:
- "Una buena vida es aquella inspirada
por el amor y guiada por la inteligencia". (Bertrand Russell).
- "El amor consiste en dos soledades que
se protegen, limitan y procuran hacerse mutuamente felices". (Rainer María Rilke).
- "Los hombres risueños son sanos de
corazón. La risa es la sal de la vida; la risa de un niño es como la loca
música de la infancia. La alegría inocente inunda como una catarata cristalina
que brota inmaculada a plena garganta".
(Rubén Darío).
- "Todo hombre considera su condición
humana con cierto aire de melancolía".
(Ralph W. Emerson).
- "Las grandes almas son como las nubes:
recogen para repartir". (Kalidasa).
Besos
y abrazos (que recibo y doy),
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