domingo, 30 de diciembre de 2018

Un matutino después...

¡Buenos días!

... seguimos como antes, dándole vueltas a lo mismo hasta acabar mareados, descentrados, casi que diría que viendo con otra perspectiva, excéntrica y creo que mejor, sin dejarnos cegar por sus árboles, el bosque, no sé si animado, que nos rodea. Y amanece, que no es poco, en el mismo momento en que este matutino ve la luz en el mundo alternativo de la informática. Espabilemos, despertemos de las nebulosas de Morfeo, y admiremos el maravilloso día invernal que se ilumina ante nosotros, sereno, soleado, sin un ápice nuboso en derredor, de casi heladora madrugada, y con 14ºC de máxima prevista para hoy.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Tiempo después", de José Luis Cuerda, y con Roberto Álamo, Blanca Suárez, Carlos Areces, Arturo Valls, Miguel Rellán, Manolo Solo, Antonio de la Torre, Joaquín Reyes, Raúl Cimas, Berto Romero, Secun De La Rosa, Gabino Diego... y muchísimos más, que es una película muy, muy coral. De este veterano director he visto la mayoría de su filmografía: "Todo es silencio" (2012), "Los girasoles ciegos" (2008), "La educación de las hadas" (2006), "La lengua de las mariposas" (1999), "Amanece, que no es poco" (1989), "El bosque animado" (1987), y "Pares y nones" (1982). Mis favoritas son la del bosque y la de las mariposas, recomendabilísimas y maravillosas, y quizá también la de las hadas.

Es el año 9177, mil años arriba o abajo, todo el mundo está reducido a un edificio en el que vive toda la humanidad, bueno, los más acomodados, pues sus cochambrosas afueras están habitadas por los miserables parias del universo (los parados). Uno de estos intenta una y otra vez, sin demasiado éxito, entrar en el edificio para vender la riquísima limonada que él mismo hace, pero el absurdo argumentario de la burocracia se lo impide, no vaya a ser que se altere el estatus ontológico del cosmos al dejar de ser un desempleado si lo consigue.

No me dijo gran cosa (nota: 3) este desparrame, más o menos ocurrencia al vuelo de su creador, con poco o mucho sentido, según se mire, toda una sucesión de disparates esperpénticos con estrafalarios personajes, ambientado en 9177... ¿o era en la España de 1977 en adelante? Un puro absurdo surrealista, con ramalazos kafkianos, sátira de nuestra sociedad de hoy en día, de su lucha de clases, su burocracia, y su vaya usted a saber qué más.

Ahora, antes de despedirme hasta el siguiente matutino, llegó el tiempo de la sabiduría ajena:

 - "Tiempos hay de acometer y tiempos de retirar".  (Refrán).

 - "Mudanza de tiempos, bordón de necios".  (Refrán).

 - "Ciertas son las trazas, después de las desgracias".  (Refrán).

 - "Después de todo, mañana es otro día".  (Margaret Mitchel).

Besos y abrazos,

Don.
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