Casi
que desnudando mi alma recorro los más recónditos vericuetos de estos matutinos
para tratar de encontrarme a mí mismo cada vez que me despisto en mi natural
devenir vital. Alguna nube cubre este delicioso y tibio sol invernal que desde
hace bastantes días nos arropa y que serena tanto el anticiclónico ambiente que
nos rodea como a nosotros mismos. Remanso de paz a partir del cual aventurarnos
bien pertrechados por los más procelosos andurriales... pero esto será cuando
tenga que ser.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Perdidos en París"
("Paris pieds nus"), de Fiona Gordon y Dominique Abel, y con ellos
mismos (también guionistas y productores), y Emmanuelle Riva. Cuarto largo de
este matrimonio de sesentones directores (australiana ella y belga él), y
primero suyo que veo.
Una
bibliotecaria de un remoto pueblo del ártico canadiense, casi sesentona,
solterona, torpe e inexperta en los asuntos de la vida, recibe una carta de su
tía, casi nonagenaria, cabezota, intrépida e independiente, y que vive en
París, en la que reclama su auxilio para tratar de que los servicios sociales
no la internen en una residencia de ancianos. Cuando llega allí, sin apenas
hablar francés, pierde todo su equipaje, dinero y documentación, y se encuentra
con que su tía ha desaparecido. Iniciará unas alocadas pesquisas para tratar de
encontrarla, topándose entretanto con un peculiar vagabundo, que ha encontrado
y se ha apropiado de sus pertenencias perdidas.
Película
regularcilla (nota: 5) por lo irregular, parca en palabras, de humor
surrealista, casi que absurdo, naif, con su puntito de originalidad, este
extraño artefacto cómico, con maneras que recuerdan al cómic, al cine mudo, al
de Jacques Tati, con muchos gags y momos del mimo, de personajes perdidos yendo
de un lugar a otro a trompicones, que habla de temas como la soledad o la
solidaridad. Brillantísimos momentos sueltos en un conjunto que bien poco me dijo.
Amén de lo anterior (Tati y demás), por sus maneras me recordó levemente a una
película que vi el año pasado, "La comunidad de los corazones rotos" ("Asphalte",
2015) de Samuel Benchetrit, esta estupenda y muy recomendable por lo que a mí
respecta.
Pues
antes de que este matutino se nos pierda por entre la marabunta de ellos, ahí
os dejo unas citas de sabiduría ajena que bien vistan, o calcen, nuestras entendederas:
- "Si conoces que vas perdido, muda
consejo y camino". (Refrán).
- "No pido otra cosa: el cielo sobre mí y
el camino bajo mis pies". (Robert
Louis Stevenson)
- "Ni a pícaro descalzo, ni a hombre
callado, ni a mujer barbada, no le des posada". (Refrán).
- "Desnudo nací, desnudo me hallo; ni
pierdo ni gano". (Refrán).
- "Al amor, al baño y a la tumba, se debe
ir desnudo". (Enrique Jardiel
Poncela).
Besos
y abrazos,
Don.
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