martes, 10 de julio de 2018

Ni un ápice de matutino divismo

¡Buenos días!

Tras tantos años en este embriagador mundo matutino ya no creo que vaya a dejarme embaucar por los oropeles de la fama, porque ni me llegará cuando sea un pipiolo, que hace ya muchos años que dejé de serlo, o eso creo, ni de hecho me ha llegado, que este recóndito sitio matutino tan solo es conocido por unos pocos iniciados y no soy ni ídolo de masas ni de errantes peregrinos que por aquí se dejan caer de cuando en cuando. El que sí parece que se nos está viniendo arriba es este verano que desde hace unos pocos días nos ha empezado a dar la brasa y sofocar a base de bien, y hoy sigue, con 35ºC de máxima prevista, y lo peor, con casi tropicales noches toledanas.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película documental. Se trató de "Whitney", de Kevin MacDonald. De la filmografía de este director británico había visto hasta ahora cuatro de sus anteriores largos, tres de ficción y un documental: "Mi vida ahora" ("How I live now", 2013), "La legión del águila" ("The eagle", 2011), "La sombra del poder" ("State of play", 2009), y el sobresaliente y recomendabilísimo documental "Touching the void" (2003).

Whitney Houston (1963-2012) ha sido hasta ahora la única artista (hombre o mujer solista o grupo) en conseguir siete números 1 consecutivos en las listas musicales de éxitos de Estados Unidos, vendiendo más de doscientos millones de discos en todo el mundo, amén de protagonizar algunos taquillazos de cine. Toda una diva del R'n'B, del soul y del pop, especialmente durante los años 80 y 90. Pero su brillante carrera, salud y portentosa voz, comenzaron a tambalearse debido a diversos escándalos y adicción a las drogas, hasta su temprana muerte (quizá por accidente, quizá por suicidio) a los 48 años.

Una muy buena película (nota: 7), muy bien hecha, pero con algún pero que otro. Básicamente a través de entrevistas a familiares y amigos, inéditas imágenes de archivo, películas caseras y demás, se hace un retrato de su vida, de su fulgurante ascenso profesional y estrepitosa caída, mostrando sus luces pero sin esconder sus sombras, tanto de la persona como de la artista, así como de su familia y como influyó en ella tanto para bien como para mal. No obvia temas escabrosos, sin embargo a veces peca de algo de sensacionalismo, aunque tampoco como para cortarse las venas. En cierto modo parece una investigación con el fin de tratar de desentrañar las causas para que tan brillante artista pudiera acabar como acabó.

Ahora una pizca de sabiduría ajena que tal vez nos ayude a mejor sobrellevar los peajes de la buena (o mala) reputación:

 - "Otro gallo le cantara, si buen consejo tomara".  (Refrán).

 - "La primera gran dificultad consiste en ganar buena reputación; la segunda, en conservarla toda la vida; la tercera, en preservarla después de muerto".  (Benjamin R. Haydon).

 - "La estimación es como una flor; una vez pisoteada o ajada, no vuelve a recobrarse nunca".  (Giacomo Leopardi).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: