jueves, 5 de julio de 2018

Matutino de amor libre

¡Buenos días!

Libres sois cada uno de vosotros de amar lo que bien os plazca, como yo hago en este momento con los matutinos, comprometido casi cada mañana con ellos, a pasarme por aquí a echar unos desparrames, en este utópico paraíso de serenidad y armonía, para después bajar de esta nube y posarme en la cotidianidad como si tal cosa, siguiendo con el resto de mis rutinas. Sin agobiar todavía, el verano nos va queriendo cada vez más, apretando más su abrazo, lo que nos sube el ardor. Máxima prevista para hoy de 30ºC, y subiendo cada vez más para en pocos días, al principio de la próxima semana, volver a rozar la cuarentena.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Formentera Lady", de Pau Durà, y con José Sacristán, Sandro Ballesteros, Nora Navas, y Jordi Sánchez. Es el debut en el largo de este director, también actor y guionista.

Un viejo músico hippie llegó a la pequeña isla de Formentera en los años 70, y allí sigue, viviendo solo en una destartalada cabaña al borde del mar, sin luz eléctrica, y tocando el banjo cada noche en el garito de un amigo por un poco de dinero. Un día llega desde el continente su hija, a quien hace años que no ve, pues viene a dejarle por una temporada a su nieto de diez años, ya que ha encontrado trabajo en el extranjero y no lo puede tener con ella hasta que consiga un buen alojamiento allí. Tras su rechazo inicial no le queda otra que hacerse cargo de él, lo que le trastocará su vida de casi ermitaño obnubilado entre lisérgicos éteres.

Película que, con sus más y sus menos, me dejó ni fu ni fa (nota: 5) y cuyo título hace referencia al de un tema del grupo de rock King Crimson en el que se homenajeaba a este paraíso hippie de los años 70. La peripecia crepuscular del viejo protagonista cuya obligación de tener que cuidar de su nieto despierta en él olvidados recuerdos, de un pasado que se fue para no volver y al que debe enfrentarse, de sus pérdidas emocionales, de sus buenos y malos actos de entonces, de sus irresponsabilidades, falta de compromiso, y demás de antaño, no me dijo gran cosa, aunque a ratos me interesó.

Ahora dejo a vuestro libre albedrío que intiméis con esta o aquella cita que por aquí os dejo desparramadas:

 - "El hombre es libre, tiene que ser libre. Su primera virtud, su gran hermosura, su gran amor es la libertad".  (Juan Ramón Jiménez).

 - "Bajo el verdor con un poco de pan, vino, el libro de un poeta, y tú cantando a mi lado en el desierto, ¡el desierto me sería un paraíso!".  (Omar Khayyam).

 - "La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados".  (Jean Paul Richter).

 - "El que vive retirado dentro de su inteligencia y espíritu, vive en el paraíso".  (Francis Beaumont).

 - "La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno".  (John Milton).

Besos y abrazos,

Don.
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