No,
no voy a ponerme, ni quitarme, collar ni medalla alguna por hacer estos
matutinos, que solo con estar con ellos me engalano. Ni maquillar mis
sentimientos, que aquí los plasmo tal cual me vienen. Así que espero que me
veáis y aceptéis tal cual soy, sin prejuicios, ni adornos que me enmascaren.
Como hoy hará el sol que está comenzando a despuntar en este no demasiado
caluroso día de verano que se nos viene encima con sus 33ºC de máxima prevista,
mostrarse ante nosotros sin tapujos, sin nube alguna que lo vele ni obnubile.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La número uno"
("Numéro une"), de Tonie Marshall, y con Emmanuelle Devos, Suzanne
Clément, y Richard Berry. Es el primero de los largos de esta directora
francesa que veo.
Una
brillante y talentosa ejecutiva con impresionante currículum es de las pocas
mujeres que ha conseguido llegar a ocupar un alto cargo en el consejo de
dirección de una gran multinacional francesa, que se dedica a la producción
energética. Un día es tanteada por algunas socias de un club de mujeres
influyentes, para que sea candidata a ocupar el máximo puesto directivo, que va
a quedar vacante en breve, de una empresa pública que cotiza en bolsa, una de
las 40 más importantes del país, lo que la convertiría en la primera mujer en
conseguir un puesto de tal magnitud. Se comprometen a ayudarla en tal cometido.
Pero enseguida todo tipo de obstáculos empiezan a levantarse ante tal propósito.
Se desata una guerra de tráfico de influencias entre los dos candidatos (ella y
otro) que va embarrándose hasta incluso sacar a la luz trapos sucios para
desprestigiar al rival, con inocentes víctimas colaterales de por medio.
Una
muy buena película (nota: 7), que empezó no gustándome mucho pero que fue de
menos a más, de mirada femenina y feminista a lo que nos narra, cual si de un
thriller de intriga se tratara, el mundo de los altos ejecutivos empresariales,
y de sus tejemanejes, tradicionalmente vedado a las mujeres, y la desigual
lucha de estas por hacerse un justo hueco en él mientras sufren misóginas
humillaciones, más o menos soterradas y envueltas en cínica cortesía, en su
cotidiano desempeño profesional, y tratando además de compaginarlo con mejor o
peor suerte con su ámbito personal. También nos habla de tráfico de
influencias, de la labor de zapa de los lobbies (corporativos grupos de
presión), de corrupción, de prevaricación, de mantener el poder caiga quien
caiga, y de a qué se está dispuesto a hacer o renunciar para lograrlo al
máximo.
Ahora
ahí os dejo unas cuantas destacadas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos
ayuden a despuntar en nuestro conocimiento de lo que nos rodea:
- "La abundancia de palabras y la
ignorancia predominan en la mayor parte de los hombres; si quieres sobresalir
de la mayoría inútil, cultiva tu conocimiento y envuélvete en nubes de
silencio". (Cleóbulo).
- "¿Quieres dejar de pertenecer al número
de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo
despecho". (Epicteto de Frigia).
- "Se llama bueno al que quiere ser
siempre el primero, pero también al que no quiere sobresalir en detrimento de
nadie". (Friedrich Nietzsche).
Besos
y abrazos,
Don.
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