Sin
duda alguna hoy es un día de verano, soleado y muy caluroso, con 35ºC de máxima
prevista, así que tras refugiarme aquí por un ratito de esas inclemencias,
gracias a su caluroso afecto maternal, o paternal, según prefiráis, que
refresca mis propios sentimientos, ya puedo seguir a lo mío con otro aire,
mirando adelante sin preocuparme gran cosa de lo que queda tras mi estela, no
vaya a ser que acabe amojamado antes de tiempo, sea por mi escaso salero o por
lo que sea. De todas formas intentaré divertirme y disfrutar lo que pueda en el
tránsito de mi continuo presente.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Sácame de dudas"
("Ôtez-moi d'un doute"), de Carine Tardieu, y con François Damiens y
Cécile de France. Es el tercer largo de esta directora francesa y primero suyo
que veo.
Un
hombre viudo, mediada la cuarentena, que vive en un pueblo de la Bretaña
francesa y que trabaja como desactivador de explosivos, acude al médico con su
joven hija embarazada de padre desconocido para que le hagan unas pruebas de
ADN para saber si el feto hubiera podido contraer o no una enfermedad
hereditaria por vía paterna. Queda descartado tal problema, pero de resultas el
médico manifiesta al hombre que quien creía que era su padre no es su padre
biológico. Atónito, y sumido en un mar de dudas, decide iniciar la búsqueda
para saber quién le engendró. En sus pesquisas topará con una mujer que le
fascina y de la que se enamorará perdidamente, y viceversa, y al poco encuentra
a su auténtico progenitor en un pueblo cercano, lo que le deparará aún más
sorpresas con las que no contaba.
Una
muy buena película (nota: 7), que vi con sumo agrado, amable y simpática
comedia romántica de equívocos apenas edulcorada (mi diabetes cinéfila estuvo
de enhorabuena, bueno de casi de "endoshorasbuena"), por un lado
conservando sus clásicos esquemas en lo básico, y muy original por otro lado,
pues hay otros elementos entrelazados con ella, ya que nos habla de paternidad
responsable, de familias poco convencionales, de la búsqueda de la identidad
familiar, sea por sangre o sentimientos, del amor tardío, y de la soledad de
los ancianos. El trabajo del protagonista, desactivador de explosivos perdidos,
no es banal, pues es toda una metáfora de andar con sumo cuidado al escarbar lo
que se oculta en el pasado... a tal efecto, consultar en la sección de
sabiduría ajena la última cita, de la propia directora del film hoy glosado.
Pues
eso, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos saquen de
dudas, o no:
- "Quien no duda, no reflexiona; quien
reflexiona, no ve, permanece en la ceguera, la perplejidad y el
error". (Al Ghazali).
- "Entre la fe y la incredulidad, un
soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente
donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa". (Omar Khayyam).
- "No es la carne y la sangre, sino el
corazón, lo que nos hace padres e hijos".
(Friedrich von Schiller).
- "Al profundizar en el pasado, y volver
a los orígenes, corremos el riesgo de volar por los aires el
presente". (Carine Tardieu).
Besos
y abrazos,
Don.
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