No,
estos matutinos no me maltratan, ni yo a ellos, faltaría más, si acaso nos
tratamos como los mejores amigos que somos entre nosotros, nos cuidamos
mutuamente y nos lo agradecemos, si no con lametazos sí tácitamente al menos.
Aunque vuelve a apretar a cada día que pasa (hoy 32ºC de máxima prevista, y
subiendo) todavía no nos tortura el verano a base de sofocante torridez, y eso
que le agradecemos... no sé si con algún hueso que otro para que se entretenga
con ello y nos deje en paz.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Los perros",
de Marcela Said, y con Antonia Zegers y Alfredo Castro. Es el segundo largo de
ficción de esta directora chilena, tras algunos documentales, y primero suyo
que veo.
Una
mujer de 42 años, perteneciente a la alta burguesía chilena, casada y que está
de tratamiento hormonal para intentar ser madre, es continuamente minusvalorada
por parte de su padre, acaudalado empresario, y marido. Asiste a clases de
equitación y de repente, al llegar la policía al picadero, se entera que su
profesor, ex coronel del ejército, por quien siente admiración y de quien se
está enamorando, está siendo procesado judicialmente por ser responsable de desapariciones
y torturas durante la dictadura de Pinochet. Entra en crisis existencial.
Una
película que no me llegó del todo, pausada y tirando a aburrida (nota:
5), que conturba, pero no por esto fue que no me convenció, sino
por sus maneras de narrar. E incomoda además por el alelado tambaleo emocional
de la protagonista, una pija malcriada y consentida, que se enamora de un monstruo,
que con ella es encantador, y los presuntos buenos no lo son tanto, tienen lo
suyo. Hasta que al final se cae del guindo.
Asimismo
habla del silencio cómplice de una parte de la sociedad que no ve ni quiere ver
(ni oír) lo que realmente sucedió, cuando no fue parte activa del horror y se
oculta con mentiras, de las heridas sociales mal cerradas a causa de la
dictadura, todo con un enfoque muy turbio. ¡Ah!, y también es todo un alegato
feminista sobre no ser ellas ninguneadas ni reducidas a meros úteros gestantes.
Y de rebelarse incluso ante el propio conformismo. Una cosa que sí que me gustó
mucho fue la perruna metáfora final, aunque también había más repartidas por el
resto del metraje, así como caballunas, pero evaporadas de mi mente por el
sopor general.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos consuelen si tuviéramos un día
de perros:
- "Todos los hombres son dioses para su
perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los
hombres". (Aldous Huxley).
- "Amo a los perros porque nunca le hacen
sentir a uno que los haya tratado mal".
(Otto von Bismark).
- "No es tan dañoso oír lo superficial
como dejar de oír lo necesario".
(Quintiliano).
- "No hay peor sordo que el que no puede
oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le
va". (Baltasar Gracián).
- "El amor no es capaz de ver los lados
malos de un ser; el odio no es capaz de ver los lados buenos". (Giovanni Papini).
Besos
y abrazos,
Don.
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