Arrecian
los calores veraniegos, más conforme vayan avanzando los días y rebasemos la
cuarentena en las máximas por primera vez este hasta ahora llevadero verano,
que hoy quedarán en 36ºC. Además, y a la par, las mínimas serán tropicales,
absolutamente insomnes, rozando los 25ºC (hoy 19ºC). Insoportable también para
las picotas, esa variedad de cerezas cuya temporada, si no ya, parece que está
tocando a su fin, y ellas lo asumen con naturalidad. A pesar de todo la vida
sigue, y salto de nuevo a esta palestra matutina, cada vez que me place,
esperando no me pongáis en la picota ni sometáis a público escarnio por ello.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Llenos de vida"
("Place publique"), de Agnès Jaoui, y con ella misma, Jean-Pierre
Bacri (ambos, además de ex cónyuges en la vida real desde hace pocos años, son
los coguionistas), Léa Drucker, Kévin Azaïs, Nina Meurisse, Sarah Suco, y
Héléna Noguerra. Es el quinto largo como directora de esta también actriz,
guionista, y cantante, de quien había visto sus cuatro anteriores, siempre en
comandita con su ex pareja: "Un cuento francés" ("A bout du conte", 2013),
"Háblame de la lluvia" ("Parlez-moi de la
pluie", 2008), "Como una imagen" ("Comme une image", 2004),
y "Para todos los gustos" ("Le goût des
autres", 2000).
Una
mujer acude a la fiesta de inauguración de la nueva casa campestre de su
hermana, productora de televisión. Allí, entre gente del famoseo y demás
desconocidos, se encuentra con su ex, famoso presentador de televisión de
programas basura en horas bajas. Ella sigue fiel a sus ideales de juventud, y
él se ha convertido en todo un cínico. Además, también está la hija de ambos,
escritora emergente que acaba de publicar su segunda novela y en la que pone de
hoja perejil a sus padres. Entre canapés y copas de champán sobrevuelan los
reproches, se ventilan pasadas heridas, pero la fiesta sigue, pese a quien le
pese.
Una
buena película (nota: 6) esta comedia coral que pone de relieve, y en
sutil solfa, los conflictos entre campo y ciudad, generacionales entre jóvenes
y mayores, entre sus ideales y desencantos, además de hablar de las crisis de
edad y criticar las redes sociales (la casi pornográfica exposición de la
mayoría, siempre tuneada) y la obsesión por los selfies, a la moda de lo Eco y
lo Bío, a la telebasura, y demás vanidades y postureos... todo un retrato
social, divertido y con cierto poso de amargura por eso de que no solo
envejecen las gentes sino también sus valores e ideales, que quedan carcas y
demodés. Por cierto, ¿alguien sabe de qué va el título en español, nada que ver
con el original?
Ahora
un par de citas de sabiduría ajena, que ahí os dejo para público conocimiento:
- "En boca del discreto, lo público es
secreto". (Refrán).
- "El hombre discreto, alaba en público y
amonesta en secreto". (Refrán).
Besos
y abrazos,
Don.
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