martes, 19 de diciembre de 2017

Muchos matutinos o solo uno en su propio castillo

¡Buenos días!

No, no es que haya bebido y dude de si veo doble... múltiple, o no, y además, cual Quijote, ya no vea sino imagine un castillo amenazante... no, no deliro, o eso creo, más bien que en este mundo no sé si almenado de los matutinos muchos son los que fueron pero uno es este, el de ahora, el de hoy, que volará del nido en cuanto lo dé a luz y lo lance al albur de los electrónicos bits, esperando que vuelva, que vuelvan, cuando los necesite. De momento, mañana ya vendrá otro. Y cuando aún estamos de otoño de calendario y quedan dos días para el solsticio invernal ya llevamos muchos días de invierno sin crudezas, tantos que parecen el mismo, con sol, frescor mañanero rayano en la helada y máximas rondando, grado arriba o abajo, un día sí y otro también, los 10ºC por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Muchos hijos, un mono y un castillo", de Gustavo Salmerón, y con su madre, y también su padre, sus hermanos, y él mismo. Se trata de un documental, pero un tanto sui géneris. Es el primer largo como director de este también actor, de quien había visto algunas de las películas en las que intervino como actor.

Cuando era joven la madre del director (Julita) tenía tres deseos: tener muchos hijos, un mono y un castillo. Y cosas de la vida, esta le regaló esos tres deseos cumplidos, pues tuvo 6 hijos (el director es el menor), un mono (y multitud de otros animales), y cuando se hizo rica pudo adquirir el castillo... del que fue desahuciada cuando la crisis del ladrillo, comida por las deudas. Todo comienza con la búsqueda de unas vértebras que conserva nuestra protagonista de su abuela asesinada en la guerra civil, mientras van apareciendo, en el caos "diogenesiano" que es su casa, extraños objetos de lo más pintoresco que van dando pie a sus peculiares reflexiones y a dar un repaso a la vida familiar.

Muy buena película (nota: 7) este documental, diríase que surrealista, sobre los absurdos y disparates de la vida (en general y la familiar en particular), con el desvergonzado desparpajo, frescura y autenticidad de su personaje protagonista, todo un personaje que todo lo llena, que ha sido rodado durante los últimos 14 años, y al que se han añadido breves insertos de películas caseras de la familia de años más anteriores. Persona real y personaje parecen confundirse en este documental que vi como una descacharrante comedia de ficción, con momentos realmente hilarantes y con los que solté sonoras carcajadas, básicamente por las contradictorias reflexiones, entre la alucinación y la lucidez, de su magnética protagonista, tan madre como cualquier madre. Por varias razones recuerda a los dos films que dirigió Paco León con su rotunda y arrolladora progenitora como absoluta protagonista: "Carmina o revienta" (2012) y "Carmina y amén" (2014).

Pues frotando la lámpara de la genial sabiduría, me fueron concedidos estos tres deseos en forma de citas ajenas, dos refranes y una canción:

 - "Muchos hijos y poco pan, contento con afán".  (Refrán).

 - "Todos se ríen del mono, y él de todos".  (Refrán).

 - "Castillos en el aire".  (Alberto Cortez: letra, música e interpretación).

Besos y abrazos,

Don.
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