¡Buenos
días!
Una
mañana tras otra se revelan ante mí, y no sé si también a veces se rebelan
contra mí, y por mucho que cierre los ojos, sea por sueño o por lo que sea,
tratando de que desaparezcan de ellos las chiribitas cual minúsculas
estrellitas que a veces los obnubilan, cuando los abro ahí siguen, incluso
cuando regreso a la realidad cotidiana. De momento, hoy, el último de ellos en
aparecer por aquí es este. Al que ya no le queda otra y ya le toca desaparecer
tras el umbral del solsticio de invierno (hoy a las 17:28 horas) es a este
otoño de calendario que apenas lo fue en meteorología, casi verano en sus
principios e invierno en sus postrimerías. No será el último, que ya vendrán
otros en años sucesivos.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "Star wars: Los últimos jedi"
("Star wars: The last jedi"), de Rian Johnson, y con Daisy Ridley,
Adam Driver, Óscar Isaac, Mark Hamill, Carrie Fisher, John Boyega, Kelly Marie
Tran, Domhnall Gleeson, Benicio del Toro, Laura Dern, y mogollón más. Es el
cuarto largo de este director, de quien había visto sus estupendos tercero y
primero: "Looper" (2012) y "Brick" (2005). La peliculilla en cuestión es la octava
de la saga, que ya cansa, ya lleva cansando un par de milenios, tras,
lógicamente, ¿lógicamente?, la séptima: "Star wars: El despertar de la fuerza" ("Star wars:
The force awakens", 2015) de J. J. Abrams.
Inútil
esbozar sinopsis argumental alguna de este episodio VIII, que los obnubilados
fans se saben al dedillo y casi podrían recitar cual mantra de rosario, y al
resto ni les merece la pena el saberla, pues es más de lo mismo, y siempre lo
mismo, y dale matraca... todavía me sigo preguntando como me dejé convencer
-por mí mismo, que no hizo falta nadie más- para ir a verla... cosas veredes
que non crederes... Esto ya empieza a ser peor que un culebrón televisivo, que
da igual los capítulos o episodios que te saltes, que si cometes la
irresponsabilidad de volver apenas habrás notado tu propia ausencia, pues la
vida sigue igual... yeah...
A
pesar de su buen director y de la dulce y deliciosa hermosura de Daisy Ridley,
que me evitó caer en el lado oscuro del aburrimiento y de la irritación (cosas
de la sobredosis de epopeya), le lastra su muy anquilosada estructura, cansina
hasta la hartura (nota: 3), y aunque no es peor que su predecesora la
séptima, a la que puse un cuatro, me retracto de esto y le rebajo la nota al
tres también. Deberían tomar nota de lo que dice el malo malísimo de esta: es
momento de dejar morir lo viejo. Pues eso, que ni se molesten en
la novena. No me harán caso, que el dinero les llegará a espuertas por legiones
de zombis entrando en las salas... ¿nos habrán invadido los ultracuerpos?,
¿seré yo ya uno de ellos?... ¡qué la fuerza (intelectual) me acompañe!...
...
Pues con estas citas de sabiduría ajena espero que algo nos la incremente:
- "En la vida, el primero y el último
maestro es el vivir mismo, con riesgos y sin reservas". (Franz Werfel).
- "La causa justa, toda causa justa, se
convierte en injusta en el momento en que la llevamos hasta sus últimas
consecuencias". (Hans M.
Enzensberger).
- "La violencia es el último recurso del
incompetente". (Isaac Asimov).
Besos
y abrazos,
Don.
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