¡Buenos días!
Otro matutino más que se ha
puesto en marcha en torno a mis desvaríos mañaneros gracias a los chutes cinéfilos
que me doy con regularidad, especie de fascinantes cuentos de hadas que otros
me cuentan a través de lo que se proyecta (en una pared o en mi mente) y de los
que suelo extraer lecciones de bien vivir. Y otra mañana más, como ayer,
girando en torno a este tibio sol otoñal, levemente empañado por alguna díscola
nube, mientras rotamos sobre nosotros mismos para que nos acaricie por igual
todo nuestro ser.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Baikonur", de Veit Helmer, y con
Alexander Asochakov, Marie de Villepin, y Sitora Farmonova. Es el cuarto largo
de este director alemán, y primero suyo que veo.
En las estepas de Kazajistán
un joven vive en un minúsculo pueblo cerca del cosmódromo de Baikonur soñando
con ser astronauta. Los pequeños pueblos que rodean el centro espacial
sobreviven malvendiendo la chatarra llovida del cielo tras cada lanzamiento,
pues según su cultura de nómadas esteparios "lo que cae del cielo es un
regalo divino, y es del primero que se lo encuentra, sea una manzana o chatarra
espacial". Sin embargo nuestro protagonista juega con ventaja, pues espía
a través de su destartalada radio las conversaciones de la base espacial para
conocer el lugar exacto en que caerán los restos y así llegar antes que sus
rivales. Un día, una cápsula con una bella turista espacial, una millonaria
francesa que regresa de la estación espacial internacional, se pierde en su
aterrizaje, pues se le averió el GPS y no la encuentran, pero sí nuestro joven,
que se enamoró de ella viéndola en los noticiarios y, tras despertarla de su
coma como a la bella durmiente y aprovechando su amnesia tras el accidentado
regreso, la convence de que están prometidos. Todo el pueblo se alegra, salvo
una desastrada joven del lugar, enamorada en secreto de él. Pero la amnesia
puede ser eterna o durar sólo un instante ... como el mismo amor.
No me gustó gran cosa esta
excéntrica película de peculiares personajes, híbrido de comedia romántica y
cuento de hadas con amnésicos encantamientos (y desencantamientos), con
surrealistas toques de muy real trasfondo. Una historia de soñadores, también
especie de fábula de amores imposibles, con triángulo amoroso transitivo, y no
necesariamente conmutativo, pues A quiere a B, que quiere a C, pero no al
revés. Sin embargo, preciosa fotografía, tan hermosa como las dos actrices
principales.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que espero haga despegar nuestras neuronas hacia el conocimiento
infinito, al que nunca llegaremos, pero no por ello hay que dejar de ir:
- "Nada os pertenece en propiedad más que
vuestros sueños". (Friedrich
Nietzsche).
- "Como todos los soñadores, confundí el
desencanto con la verdad". (Jean
Paul Sartre).
- "Realmente soy un soñador práctico; mis
sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo quiero es convertir mis sueños en
realidad". (Mahatma Gandhi).
- "Buscas la alegría en torno a ti y en
el mundo. ¿No sabes que sólo nace en el fondo del corazón?". (Rabindranath Tagore).
Besos y abrazos,
Don.
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