miércoles, 8 de octubre de 2014

Ellos, los matutinos, tan evanescentes

¡Buenos días!

Pues sí, y tanto, como el mismo río Guadiana, que tan pronto aparece como desaparece en su natural curso, ellos hacen lo mismo, surgiendo cada mañana a primera hora para irse desvaneciendo poco a poco de nuestras entendederas, aunque siempre quede su tenue reverberación hasta que vuelvan a encarnarse virtualmente. El que parece que aparecerá pronto por los madriles, quizá esta tarde, casi seguro mañana, será el canónico otoño de plomiza y continuada lluvia, regalándonos con su todavía tibia presencia, y regándonos sin mesura para nuestro mejor crecimiento anímico.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La desaparición de Eleanor Rigby" ("The disappearance of Eleanor Rigby: Them"), de Ned Benson, y con Jessica Chastain, James McAvoy, William Hurt, Isabelle Huppert, Viola Davis, Bill Hader, Ciarán Hinds, y Nina Arianda. Es el debut en el largo de este director. Film que es una conjunción y resumen de dos que en principio eran, "The disappearance of Eleanor Rigby: Her" y "The disappearance of Eleanor Rigby: Him", cada uno centrado en un punto de vista sobre el asunto que versa la película, de ella misma y de él, pero que juntos eran más de tres horas, así que en aras de la distribución comercial, pues...

Pareja profundamente enamorada. Ella, Eleanor, quiere desaparecer de este mundo presa de un dolor infinito y se lanza desde un puente a un río. Se recupera en casa de sus padres de sus heridas, físicas y emocionales. Se vislumbra una grave crisis matrimonial y un pasado y terrible golpe del destino que la desencadenó. Él trata de superarlo, de seguir adelante trabajando en su ruinoso restaurante y con sus amigos y compañeros de trabajo, a la par que trata de recuperar el amor que llegaron a tener, mientras ella mantiene las distancias.

Intimista drama romántico de buenas maneras, y de buena banda sonora (sin la homónima canción de "The Beatles"), pero que apenas hizo mella en mí, como la Eleanor de la canción, no conecté con las tribulaciones de esta pareja rota por un trágico suceso, cuyo misterio se nos desvela a cuentagotas, y estuve constantemente al borde mellado del aburrimiento. Podría haber sido una espléndida película, pero no me cuajó. Por momentos me pareció algo deslavazado el ensamblaje de los dos puntos de vista, quedando como resultado algo bastante anodino, según mi parecer. Según el director y guionista va de cómo dos personas pueden experimentar la misma situación de maneras diferentes. También de como el amor puede hacer que superen, no sin esfuerzo, con empatía, intentando entender al otro (y a ellos mismos), el trágico trance de una pérdida, aunque a priori pudiera parecer imposible el lograrlo. Tiempo al tiempo.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero perdure en nuestro entendimiento:

 - "Un comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final".  (Harry Mulisch).

 - "Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también".  (Milan Kundera).

 - "En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días".  (Sealtiel Alatriste).

 - "La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio".  (Antoine de Saint-Exupéry).

 - "Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla en otro lado".  (François de la Rochefoucauld).

 - "Vive tu vida de modo que siempre que pierdas, sigas adelante".  (Will Rogers).

Besos y abrazos,

Don.
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