¡Buenos días!
No me equivoco si os digo
que en estos matutinos que procedo a publicar cada mañana intento no sentenciar
sobre casi nada, salvo con las citas de sabiduría ajena del final, tan sólo
divago y quizá delibero sobre los asuntos más peregrinos, o no tanto, que me
sugieren los films que suelo ver. A lo mejor no lo consigo, pero espero sepáis
disculparme el error. Por lo demás, otro dulce, suave y soleado día de otoño, y
estimo que a no mucho tardar, siguiendo sus naturales procesos, entrará por sus
más canónicos fueros de grisura lluviosa. Esto lo digo avalado por el dictamen
de los expertos en esto, los meteorólogos, que así lo pronostican con casi
absoluta certeza, salvo el nimio y natural error propio de toda predicción
estadística, y casi de cualquier otra actividad humana.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo una excepcional película que desde ya os recomiendo muy
encarecidamente que vayáis a ver. Se trató de "El veredicto"
("Het vonnis"), de Jan Verheyen, y con Koen De Bouw, Johan Leysen, y
Veerle Baetens. Es el primer film que veo de este exitoso director belga. Sin
embargo a la actriz Veerle Baetens ya la había visto a primeros de año en otra
producción belga, la dura y estupenda "Alabama Monroe" ("The
broken circle breakdown") de Félix van Groeningen.
Una noche, un alto ejecutivo
de una gran empresa va de vuelta a casa con su mujer e hija pequeña, y para en
una gasolinera, donde se topan con un intento de atraco. De consecuencias de
ello, su mujer es asesinada, su hija es atropellada, y él queda muy malherido.
Su dolor es inmenso, su vida queda destrozada. Tiempo después, tras ser
detenido el culpable, y cuando iba a ser juzgado, tiene que ser puesto en
libertad debido a un error procesal. A partir de ese momento, dada la inoperancia
del sistema judicial y sin nada que perder, se obsesionará con vengarse, y en
su lucha hará tambalearse al Estado de Derecho.
Vuelvo a repetir,
excelentísimo y recomendabilísimo este intenso, poliédrico, ambiguo (no es
reproche), y muy inteligente drama legal, en el que se juzgan las deficiencias
del funcionamiento de nuestro sistema jurídico, que cuando es demasiado
estricto puede llevar a alguna que otra situación aberrante. Todo esto se
expone, sin maniqueísmos, argumentando cada parte sus razones y disquisiciones.
Al final, deja un montón de preguntas flotando en nuestras cabezas, para
posterior deliberación (con uno mismo o con los demás), y que tal vez hagan que
vacilen ciertos asentados principios de unos y de otros. En definitiva, que cada
cual emita su veredicto tras haberla visto.
Para terminar, como siempre,
os sentencio con unas citas de sabiduría ajena, que espero nos ayuden a mejor
deliberar, comenzando por una con la que empieza el film hoy glosado:
- "No hay justicia, sólo límites". (Albert Camus).
- "Las leyes demasiado benévolas, rara
vez son obedecidas. Las leyes demasiado severas, rara vez son
ejecutadas". (Benjamín Franklin).
- "Es preciso que la ley sea severa y los
hombres indulgentes". (Marqués de
Vauvenargues).
- "Sólo juzga bien quien sopesa y
compara, y cuando pronuncia su sentencia más dura nunca abandona la
caridad". (William Wordsworth).
- "Quien no duda, no reflexiona; quien no
reflexiona, no ve, permanece en la ceguera, la perplejidad y el
error". (Al Ghazali).
- "Qué errar es humano no sólo significa
que hemos de luchar constantemente contra el error, sino también que, aún
cuando hayamos puesto el máximo cuidado, no podremos estar totalmente seguros
de no haber cometido un error".
(Karl Popper).
Besos y abrazos,
Don.
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