¡Buenos días!
Para todo aquel con deseos de observar y aprender, la meteorología, y mucho más durante la muy voluble primavera, nos da unas cuantas buenas lecciones sobre lo que nos deparará la vida por venir, nuestro porvenir, vamos. Hoy lo hace con otro día de sol y nubes, parece que ya sin las poco escandalosas tormentillas vespertinas de pasados días, como las de ayer, y una máxima prevista para hoy de 22ºC, agradabilísimo día para disfrutar por los madriles, pero no nos confiemos en exceso, que antes o después nos vendrán calores cercanos a la canícula del cada vez más cercano verano.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los buenos profesores" ("Un métier sérieux", 2023), de Thomas Lilti, y con Vincent Lacoste, François Cluzet, Adèle Exarchopoulos, Louise Bourgoin, William Lebghil, y Lucie Zhang. Cuarto largo de este director y guionista francés, lo que compagina con su trabajo como médico de cabecera, de quien había visto sus tres anteriores filmes, "Mentes brillantes" ("Première année", 2018), "Un doctor en la campiña" ("Médecin de campagne", 2016), e "Hipócrates" ("Hippocrate", 2014), las tres centradas en el mundo de la medicina.
Empieza un nuevo curso escolar, y a un instituto parisino llega un joven profesor sustituto, que ha abandonado momentáneamente sus estudios de doctorado en medicina ante la poca perspectiva de futuro que le ve. Es un perfecto novato sin experiencia alguna en la docencia, salvo alguna clase particular que otra que dio en su día, y en seguida descubrirá lo duro de la profesión de maestro en un sistema educativo público afectado por una crónica escasez de recursos formativos y materiales. Gracias al apoyo de sus compañeros de claustro que le ayudan a salir de sus atolladeros, especialmente en el trato con sus alumnos, de levantisco carácter algunos, tal vez se replantee su anterior vocación al final de curso.
Muy buena película (nota: 7), que vi con mucho agrado, me dio que pensar, de la que aprendí algunas cosas, y que incluso me esbozó unas cuantas veces sonrisas y leves y breves carcajadas. Me gustó el tratamiento del asunto en cuestión, con suma naturalidad, sin cargar las tintas en lo problemático. Deja caer eso del refrán, en casa del herrero cuchillo de palo, en el sentido de los problemas que tienen los profesores en la educación de sus propios hijos, cuando en lo que respecta a su trabajo son unos perfectos, aunque imperfectos, profesionales muy comprometidos con la educación de los hijos de los otros.
Bueno, sin ponerme nada serio, ahí os dejo estas buenas citas de sabiduría ajena, que seguro nos enseñan algo:
- "Un erudito que no sea serio no inspirará respeto y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad". (Confucio).
- "El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento". (John Locke).
- "Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos". (Carl Gustav Jung).
- "Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más". (Proverbio Hindú).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario