¡Buenos días!
No sé si a destiempo, pero parece que ya se nos plantó por aquí, aunque no le tenga mucho aprecio, el muy ardiente verano, por mucho que el calendario diga que todavía deberíamos estar de primavera, con esta soleada jornada en la que se esperan unos casi que abrasadores 34ºC de máxima por los madriles. Trataré de seguir haciéndole ojitos a la primavera por si le apeteciera a volver por aquí para dejarme coquetear por ella con sumo placer. Por lo demás, siempre es tiempo de que mi relación con los matutinos, ya larga y tendida, no baje el pistón en lo relativo a la fogosidad con la que me entrego a ellos, y viceversa, espero.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El último verano" ("L'été dernier", 2023), de Catherine Breillat, y con Léa Drucker, Samuel Kircher, Olivier Rabourdin, y Clotilde Courau. Es la primera película que veo de las de esta veterana directora francesa, que es una adaptación de otra danesa, "Reina de corazones" ("Dronningen", 2019) de May El-Toukhy.
Una abogada especializada en casos de abusos a menores está casada con un alto ejecutivo. Tienen dos niñas adoptadas y viven en una lujosa casa de campo. Un día, tras mucho tiempo sin contacto con él, llega a su hogar el problemático hijo adolescente de él, fruto de un matrimonio anterior, pues la madre no puede hacerse cargo durante el verano, lo que generará bastantes problemas de convivencia en la familia. La mujer tratará de conectar y congeniarse con el chaval y poco a poco irán estrechando su relación, hasta que las pulsiones sexuales de ambos acaben por desatarse y la cosa pase a mayores, lo que pondrá en peligro su vida profesional y la familiar.
Buena película (nota: 6) que muy probablemente no hubiera ido a ver de haber sabido antes que era una especie de remake de otra que ya vi, pero al final no me disgustó, y aunque me gustó un poquito menos que la danesa, vi ciertas diferencias con ella, por su enfoque algo distinto sobre lo narrado, pues aunque hablan de lo mismo lo hacen desde perspectivas algo distintas, amén de haber ganado algo en calidez, lejos de la gélida frialdad de la nórdica, que aun así me gustó un poquito más, quizá por la mayor novedad. Mantiene, eso sí, cierta perturbadora sensación mientras se va viendo el devenir de los acontecimientos y de las retorcidas intenciones de los dos protagonistas, mostrando sin juzgar moralmente su modo de ser. Nos habla del juego de dominancia de unos sobre otros en las relaciones sentimentales, parece que más acusado cuanto mayor es la diferencia de edad entre los tórtolos, de convenciones sociales, a la vez que saca a la palestra el puro deseo femenino, su placer por el placer, normalmente orillado en la mayoría de las historias.
No hay edad para disfrutar con la sabiduría ajena, así que ahí os dejo estas citas antes de que se me derritan de calor entre las manos:
- "¿Qué es el amante; qué el amado? Su diferencia no es de cantidad, sino de calidad. En toda relación amorosa hay, en último término, un devoto y un Dios, un esclavo y un amo. Uno habla y el otro responde". (Antonio Gala).
- "En cualquier relación de pareja, por muy feliz que sea, siempre hay una parte de frustración y la necesidad de un espacio mental donde expresar las fantasías. El otro nunca podrá satisfacer completamente nuestros deseos. A veces necesitamos algo más, algo diferente". (François Ozon).
- "A veces otras pasiones toman el aspecto de moral. Algunas damas se irritan al saber que sus doncellas tienen relaciones íntimas con un hombre. ¿No será en tales casos, que la envidia toma aspecto de moral?". (Alphonse Karr).
Besos y abrazos,
Don.
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