Espero
y sé que lo conseguirá conmigo a poco que me deje hacer en cuanto termine de
entrar por aquí. Buena disposición se le ve y siempre me trata con conocimiento
de mis males, de como remediarlos y de como hacerme sentir mejor, no ya
físicamente, sino también anímicamente. Buen doctor. No solo honoris causa, sino que además le doy el
cum laude. Y estos días de primavera
también parecen querer repararse tras varios días de frío casi que invernal y
lluvias más o menos copiosas según los lugares. Hoy las grises nubes, gracias
al viento del oeste, parecen ir a menos, el sol a más, con alguna llovizna
entre medias, y con 12ºC de máxima prevista para hoy, y en claro ascenso para
los días siguientes.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Mentes brillantes"
("Première année"), de Thomas Lilti, y con Vincent Lacoste y William
Lebghil. Cuarto largo de este director y guionista francés, y también médico en
ejercicio, de quien había visto sus dos anteriores filmes, "Un doctor en la campiña" ("Médecin de
campagne", 2016), e "Hipócrates" ("Hippocrate", 2014).
Un
estudiante con una gran vocación por ser médico se presenta por tercera vez al
curso que da acceso a estudiar en la Facultad de Medicina. El año anterior no
pudo entrar por un solo puesto. Conoce el primer día de clase a otro joven. Es
el primer intento de este y su padre es cirujano, pero no parece tener muy
clara su vocación médica. El primero estudia con ahínco pero le cuesta entender
todas las materias, y el segundo sin aparente esfuerzo obtiene mejores
resultados. Esto hace que se distancien y el primero se pone a estudiar con más
ahínco y a no dormir apenas, obsesionándose todavía más con conseguir su
propósito, lo que le lleva al más absoluto desquiciamiento.
Película
que vi con cierto agrado (nota: 5), pero a la que le
faltó un poco más de emoción para que me enganchara más. Me dejó algo frío. Se
ha ido desinflando conforme avanzaba en esta trilogía médica su director. En la
primera, la más divertida y la mejor, retrataba a un par de médicos en
prácticas (MIR), en la segunda a un veterano médico rural que enferma y al que
envían una ayudante y posible sustituta, y en esta a dos aspirantes a iniciar
la carrera de medicina. En las tres nos habla de vocación profesional y de la
relación entre un novato y otro con más experiencia, ambos antagónicos.
En
la vista ayer se critica el duro sistema de selección de estudiantes de
medicina, puede que bastante injusto y absurdo, que fomenta el aprendizaje memorístico
sin reflexión, la cada vez mayor y más despiadada competencia por conseguir un
puesto y la masificación de las clases; lo que muy probablemente lleve a no
elegir a los mejores sino a los que mejor memorizan, sin comprender demasiado,
ni la materia ni a los futuros pacientes, ejerciendo cual robots.
Ahora
os prescribo estas citas de sabiduría ajena que espero os traguéis, no sin
antes reflexionar un poco sobre ellas:
- "De médico indocto y alquimista roto,
no fíes mucho ni poco". (Refrán).
- "El arte de la medicina consiste en
mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va
curando". (Voltaire).
- "No los remedios, sino la naturaleza es
la que cura, consistiendo la virtud de aquéllos en ayudar a ésta". (Hipócrates).
Besos
y abrazos,
Don.
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