miércoles, 4 de octubre de 2023

Matutino fundido a negro

¡Buenos días!

En esta mañana que ahora amanece, dado el radiante sol que asoma, creo que va a ser más bien que no, que la luz nos inunda... si acaso, lo que me tiene negro, este calor desmedido y fuera de tiempo y lugar que nos funde, pues no es demasiado normal que estemos en los entornos de la treintena en octubre. La máxima prevista para hoy por los madriles será sin embargo de 29ºC, hoy algo más fresca que en días pasados. Tendré que cerrar los ojos para imaginarme un otoño más canónico, ese que tanto me gusta, o eso, o refugiarme en una sala oscura de cine para abrirlos de par en par y dejar volar mi imaginación, cosa que como bien sabéis hago con bastante regularidad.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cerrar los ojos" (2023), de Víctor Erice, y con Manolo Solo, José Coronado, Ana Torrent, Petra Martínez, María León, Mario Pardo, Helena Miquel, Antonio Dechent, Venecia Franco, Josep Maria Pou, Soledad Villamil, y Juan Margallo. De este insigne director octogenario, y parquísimo en el número de sus largometrajes, había visto sus tres anteriores, "El sol del membrillo" (1992), "El sur" (1983) y "El espíritu de la colmena" (1973).

Un famoso actor español desaparece sin dejar rastro durante un rodaje. Aunque su cadáver no se encontró, la policía concluye que según los indicios se tiró o se cayó al mar. Veintitantos años después, un programa televisivo de investigación evoca la figura del actor, ofreciendo como primicia algunas imágenes inéditas de la inconclusa película en la que actuaba cuando desapareció, que ha facilitado su director y mejor amigo, que es entrevistado por la periodista.

Decepcionante película para mí (nota: 4), esta especie de intriga existencial, así que no entiendo las enfervorizadas críticas positivas que ha recibido en general, porque esperaba que se acercara a las sensaciones que me produjeron sus dos primeros largos de ficción (el documental no llegó a esas cotas ni de lejos), muy especialmente esa excelsa obra maestra que es para mí "El sur", en lo más alto de mis altares cinéfilos y que me arrebató sobremanera cada una de las veces que la vi. A pesar de su deslumbrante fotografía y encuadres sublimes, marca de la casa, y algunos muy esporádicos detalles sueltos, no me gustó, casi que me pareció ramploncilla, en especial por su guion, falto de emoción, algo deslavazado y que no sé muy bien que nos quería contar, a pesar de entrever que lo quería hacer de la vejez, de saber envejecer, si acaso del morir (¿cerrar los ojos?, ¿fundir a negro?) o desvanecerse del mundanal ruido, y de los recuerdos de toda una vida. Rezuma cinefilia por todos sus poros, tirando a engolada para mí, y sobre todo bastante ombliguismo, cinematográfico y personal, cosa que no me gusta en general en las películas, sobre todo si es tan evidente como en esta hoy glosada, pues me induce a pensar en pereza creativa. El paradigma de esto (ombliguismo, pereza e hiperproductividad vacua, aparente paradoja esta dualidad) es para mí la obra del director coreano Hong Sang-soo, ya muy cargante para mí, salvo alguna pasada excepción.

Ahora, con estas palabras hago un breve fundido de tránsito hasta las citas de sabiduría ajena, que espero abran nuestros luceros de par en par:

 - "Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde".  (William Shakespeare).

 - "A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez".  (Arturo Graf).

 - "Ni todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven".  (Bill Cosby).

 - "Cuando las cosas no van bien, nada como cerrar los ojos y evocar intensamente una cosa bella".  (André Maurois).

Besos y abrazos,

Don.

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