miércoles, 25 de octubre de 2023

Matutino que alza el vuelo

¡Buenos días!

Otra mañana de nubes grises llevadas en volandas, de aquí para allá, por el viento, pero que no destilan lluvia, como ayer, como en pasados días, y como se espera para mañana y sucesivos, pero en la que han subido algo las temperaturas, pues la máxima prevista para hoy por los madriles será de 18ºC. La lluvia no cae, pero yo me dejo caer por aquí de nuevo, aislándome por un rato del mundanal ruido, para dejar volar mi imaginación gracias a las películas que he visto, y desparramar lo que me sugieren, aprendiendo algo en el trayecto, tratando de cazarlas al vuelo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La isla roja" ("L'île rouge", 2023), de Robin Campillo, y con Charlie Vauselle, Nadia Tereszkiewicz, Quim Gutiérrez, Amely Rakotoarimalala, Hugues Delamarliere, Sophie Guillemin, y David Serero. Cuarto largo de este director francés, y segundo suyo que veo tras su anterior, "120 pulsaciones por minuto" ("120 battements par minute", 2017).

Entre 1970 y 1972, en Madagascar, país independiente desde 1960 pero en el que quedan todavía algunas bases del ejército francés. En una de ellas, de la aviación, donde residen también las familias de los militares allí destinados, un chaval de ocho años que lee con fruición las aventuras de su heroína favorita de cómic y con la que deja volar su fantasía, observa también con fascinación y detenimiento la vida de los adultos que le rodean, sin comprender algunas cosas, embebido en su aislada burbuja de felicidad cotidiana, y ajeno (cada vez menos, conforme pasa el tiempo) a la realidad familiar y colonial circundante que está punto de acabar.

Película interesante (nota: 5), con sus más y sus menos, visualmente bonita, recreación de las experiencias infantiles recordadas por parte de su director, bien narrada, aunque de modo algo extraño, desde el punto de vista del niño protagonista, pero que no me acabó de llegar del todo. Con el trasfondo del colonialismo francés que se acaba, nos retrata a una familia (que también) y el cerrado entorno en el que viven, a través de las ensoñaciones y fantasías del muchacho, y de su atenta mirada a lo que le rodea y trata de tomar conciencia de lo que le rodea. El tramo final, centrado en la crítica al colonialismo, me chirrió, me descuadró, y me sobró en su mayor parte... con un significativo esbozo me parece que hubiera sido suficiente.

Bueno, pues ahí os dejo este par de citas de sabiduría ajena, pilladas a vuelapluma. Y son dos porque una estaría muy sola y aislada:

 - "Es lamentable en el matrimonio que cada uno de los dos tenga la esperanza de que sea únicamente el otro quien deba hacerle feliz; de esta forma puede suceder muy fácilmente que los dos esperen aislada e infelizmente".  (Ottilie Wildermuth).

 - "El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad".  (William Blake).

Besos y abrazos,

Don.

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