jueves, 12 de octubre de 2023

Agónica patología amorosa matutina

¡Buenos días!

Casi que agónicamente las temperaturas y la meteorología irán adaptándose a lo que se estila en otoño, esa estación a la que tanto amo, la que más, no sé si enfermizamente, y a partir de este mismo fin de semana lo tendremos aquí en todo su esplendor, con sus lluvias y mayor frescor. De momento, para hoy por los madriles, todavía tendremos más sol, calor, y una máxima prevista de 27ºC. Tanta espera me afecta y aflige, sentimientos que sanan cada vez que me acerco a estos matutinos que tanto me reconfortan e insuflan mayores ganas de disfrutar de lo que me rodea.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Al otro lado del río y entre los árboles" ("Across the river and into the trees", 2022), de Paula Ortiz, basada en la novela homónima (1950) de Ernest Hemingway, y con Liev Schreiber, Matilda De Angelis, y Josh Hutcherson. Es la tercera película de esta directora, de quien había visto sus dos anteriores, "La novia" (2015) y "De tu ventana a la mía" (2011).

Hace poco que terminó la II Guerra Mundial. Es invierno en Italia. Un veterano coronel estadounidense destacado allí, desencantado, apesadumbrado, muy baqueteado tras años y años de servicio, cincuentón, no quiere oír los consejos de su médico y amigo que le recomienda que ingrese en un hospital debido a sus severos problemas cardiacos so pena de poder morir en cualquier momento. Decide que en su fin de semana de permiso se va a disfrutar de su soledad en Venecia y a cazar patos por sus alrededores. En la ciudad se encontrará casualmente con una bella joven lugareña y puede que se le reaviven ciertos sentimientos (ni sola ni necesariamente amorosos).

Estupenda película (nota: 8) embebida en una atmósfera de delicada melancolía y con cierto aire poético que me encantó, me fascinó por su tempo narrativo y su diáfana y neblinosa luz, según los casos, sus luces y sombras, las de su bellísima fotografía en blanco y negro, tan hermosa y cautivadora como su actriz principal, de las que quedé embelesado y prendado. A través de su personaje principal, que parece (y sin parecer seguramente) un trasunto de Hemingway, a la par que nos habla algo de soslayo de guerra (es antibélica) y otras cuestiones sociales, lo hace del amor, de la vida, y de la muerte, del hastío en la vejez y la enfermedad agónica y de aceptarlas estoicamente.

Ahora, al final de este matutino, al otro lado de mis desparrames y entre las próximas líneas, podréis entresacar algo de sabiduría ajena de este par de citas:

 - "El mundo rompe a cualquiera. Muchos se hacen fuertes en los sitios rotos. Pero los que no se rompen, mueren".  (Ernest Hemingway).

 - "Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen".  (Ernest Hemingway).

Besos y abrazos,

Don.

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