¡Buenos días!
Otra esplendorosa mañana más que me asomo a la ventana de estos matutinos, a los que llego volando casi a diario, cual paloma mensajera que trae noticias de mis anhelos, y regresa al siguiente, sin aparente solución de continuidad, que quien sabe cuando volverá a ser. Y seguimos con las primaverales ventanas abiertas de par en par, caldeando este ya casi mustio invierno que se nos va abatiendo día a día.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "De tu ventana a la mía", el debut en el largo de Paula Ortiz (directora y guionista), y con Maribel Verdú, Leticia Dolera y Luisa Gavasa.
Tres mujeres en tres momentos distintos del siglo XX, una adolescente en los felices años 20, una joven en la posguerra de los años 40 y una madura en la transición de los años 70; las tres enamoradas a su manera; pero un giro del destino las zarandea y marchita emocionalmente, cual amapolas segadas, aunque siempre les quedará una ventana a la esperanza de una vida más feliz.
Una película que no me gustó, fallida, a pesar de su muy cuidada fotografía y buena banda sonora, pero esas tres historias no me dijeron nada, me dejaron frío, salvo ciertos momentos de irritación por algunos repuntes de vacua pretenciosidad. Parece un remedo de esa joyita cinéfila que para mí es "Las horas" ("The hours", 2002), de Stephen Daldry, y que por tanto os recomiendo muy encarecidamente; pero ambas solo tienen en común eso de las tres historias de mujeres en diferentes épocas.
Ahora, abramos una ventana a otras mentes, a su sabiduría ajena a nosotros, que nos llega como soplos que seguro nos insuflan las ganas de seguir adelante:
- "Cuando estés de noche en tu alcoba, aun cuando tengas las puertas y las ventanas cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo". (Epicteto).
- "La felicidad es el sueño del amor; el dolor es el despertar". (Madame Basta).
- "Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza". (Vicente Blasco Ibáñez).
- "Florece hoy lo que mañana se marchitará, se marchita hoy lo que mañana florecerá". (Pierre de Ronsard).
Besos y abrazos,
Don.
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