martes, 31 de marzo de 2015

Matutino para toda la ciudadanía

¡Buenos días!

Queridos hermanos todos, no sé si grandes o pequeños, este matutino va dirigido a todo el mundo, no sólo a mis cuatro hermanos (de sangre), todos más pequeños en edad que yo, y que me leéis con regularidad. Sed conscientes del orwelliano mundo que nos rodea, pero alejad de vosotros la paranoia y actuad con naturalidad e id a lo vuestro, que así saldréis más guapos en la foto, o bien pasad a ser "robinhoodianos" dronistas (en su acepción caló, es decir, salteadores de caminos) refugiados en níveos zulos (a ser posible cibernéticos). Y para que todos los ciudadanos de esta tierra de conejeras, que eso más o menos dicen que significa Hispania o Iberia, disfruten sobremanera de esta esplendorosa primavera, ésta nos está regalando unos calmados, soleadísismos y cálidos días que parece que se prolongarán durante toda esta pasional semana santa, por primera vez en bastantes años de meteorológicas turbulencias pascuales. La máxima prevista para hoy será de 25ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo un film documental, que ganó el Óscar de la categoría hace unas semanas. Se trató de "Citizenfour", de Laura Poitras. Es el tercer documental de esta directora y periodista, y el primero suyo que veo.

En enero de 2013, la directora del film comenzó a recibir unos correos electrónicos cifrados firmados por un tal "Citizenfour", quien aseguraba tener pruebas de ilegales programas de vigilancia masiva realizados en colaboración por diversos servicios de inteligencia de varios países, dirigidas por la estadounidense. Unos meses después, junto con dos periodistas, los cuatro se reunieron en un hotel de Hong Kong para una serie de entrevistas grabadas. El anónimo y cuatrero ciudadano resultó ser Edward Snowden, un joven empleado de diversas agencias de espionaje norteamericanas, experto en sistemas informáticos, y que les desveló estos oscuros secretos en uno de los mayores chivatazos de la historia.

Un muy buen documental (nota: 7), un estupendo thriller, pleno de tensión, desasosegante, no de ficción, sino de real realidad, de esos de denuncia y para tomar conciencia, en el que se sacan a la luz los ya conocidos, por los noticiarios de hace un par de años, clasificados secretos gubernamentales, desvelados por un concienciado trabajador de los servicios de inteligencia y que provocó gran escándalo. Te provoca cierto grado de paranoia, y da mucho que pensar, como en una de John Le Carré, llena de grisuras, y a mí me dio por pensar desde otro ángulo, ¿y si este Snowden no es un agente renegado, ni doble, sino con cierta doblez, y dice lo que dice para dar "miedito", pues en realidad el "gran hermano gringo" no controla tanto como se cacarea, y así los malotes se cortan un pelo hasta que de verdad se pueda controlar tanto como se dice?... no sé si paranoico, pero algo esquizofrénico o psicótico me estaré volviendo, aunque creo que no tanto como los servicios de inteligencia, que cuanto más listos, más locos. En cierto modo, además de con otros, tiene bastante que ver con un sobresaliente film de ficción, "La vida de los otros" ("Das leben der anderen", 2006), de Florian Henckel von Donnersmarck, por eso de que hoy en día los otros somos todos nosotros, todo el mundo, debido a los sofisticados gadgets y a la espeluznante potencia de cálculo informático de hoy en día.

Ahora algo de sabiduría ajena, todo un acto de ciudadanía ante las aberraciones que algunos quieran perpetrar:

 - "La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado".  (Maurice de Talleyrand-Périgord).

 - "Quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta y acepta una pena de prisión para que se levante la conciencia social contra esa injusticia hace gala de un gran respeto superior por el derecho".  (Martin Luther King).

 - "La bravura de que muchos hacen alarde es un hábil cálculo sobre el miedo que domina a sus adversarios".  (Honoré de Balzac).

 - "La ciencia todavía no nos ha enseñado si la locura es o no es la sublimación de la inteligencia".  (Edgar Allan Poe).

 - "Ciudadano verdaderamente libre es aquel que no depende del gobierno ni le debe nada".  (Alfred de Vigny).

 - "Al hombre justo y tenaz en sus propósitos ni el furor de ciudadanos poderosos ni el rostro fiero de un tirano amenazador lograrán hacer que altere su firme pensamiento".  (Horacio).

Besos y abrazos,

Don.
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