martes, 20 de septiembre de 2022

Alocados gorgoritos matutinos

¡Buenos días!

Nada más lejos de la realidad, que si es verdad eso de que el cantar mal provoca lluvia, y yo no soy bueno cantando, sería de una enorme sensatez por mi parte el desgañitarme trinando malamente cualquier melodía que me venga a la cabeza, para así provocar la anticipada entrada del lluvioso otoño que tanto me gusta, amén de que necesitamos sobremanera que llueva mucho en lo que queda de este año tan seco. Pero nada, parece que hoy no darán resultado mis desaforados intentos de desafinar, sea adrede o por equivocación, en este día soleado, con algunas nubes tranquilas, sin precipitación en su ser, y una máxima prevista por los madriles de 29ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "The Opera Locos" (2018), creado y dirigido por la compañía Yllana, espectáculo musical ganador del premio Max de 2019 al mejor de esa categoría, e interpretado y cantado por Antonio Comas (tenor), Irene Palazón (soprano), María Macià (mezzosoprano), Edwin Parra (contratenor), y Laurent Arcaro (barítono). De Yllana había visto anteriormente otro de sus espectáculos, "PaGAGnini" (2008).

Una peculiar troupe de ópera, compuesta por cinco excéntricos cantantes, se prepara para realizar un recital con un repertorio de las más famosas canciones de ópera de diversos autores, mientras se van desatando ocultas pasiones amorosas entre ellos de impredecibles consecuencias.

Muy buen espectáculo teatral, cómico y musical (nota: 7) que, aunque al principio le costó un poquito que me metiera en él, enseguida me enganchó por lo divertido que era y por el sumo desparpajo de sus intérpretes, lejos, muy lejos, del a veces tan engolado y circunspecto mundo operístico, tanto que tira para atrás al común de los mortales, aunque en este caso es sumamente accesible a todo género de público. Público que es interpelado (musicalmente) por los intérpretes, que además traspasan en ocasiones la cuarta pared. Con maneras bufas y cabareteras se hace repaso a un repertorio de algunas de las más conocidas y populares piezas operísticas (arias, dúos, etc.), a veces tuneadas, y que en otras se despistaban con gran ingenio hacia conocidos temas pop, y demás estilos modernos distintos del bel canto, y que eran vertebrados por la trama amorosa, por las tramas amorosas, cuyos únicos diálogos eran casi en exclusiva a través de las diversas canciones, apoyadas en mucha gestualidad cómica. Dado que estaban cantados en italiano, francés, alemán e inglés (e incluso alguna en español), se hubieran agradecido unos subtítulos para los no políglotas, como últimamente si sucede en las serias representaciones operísticas, ya que las letras de las canciones tenían bastante que ver (y oír) con la sencilla trama narrada.

Bueno, antes de que enloquezcáis y me cantéis las cuarenta, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena:

 - "Comer, amar, cantar y digerir, estos son los cuatro actos de esta ópera bufa que llamamos vida y que se desvanece como la espuma de una botella de champagne. Quien la deja escapar sin haberla disfrutado es un loco".  (Gioachino Rossini).

 - "En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca".  (Jacinto Benavente).

 - "Se habla por cualquier cosa, la palabra es vana e insustancial, pero cantar supone exaltación espiritual; solo el corazón canta. Se puede cantar sin palabras y convencer con el silencio cuando el silencio es voz del corazón".  (Jacinto Benavente).

Besos y abrazos,

Don.

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