martes, 8 de octubre de 2019

Mayoría de edad matutina

¡Buenos días!

Aunque hace ya unos pocos años que mis matutinos superaron esa barrera, me parece, y me parece bien, que sigan sin haber madurado del todo, ni se hayan formalizado plenamente tampoco. Y el otoño que debería ser en estos días no es que ya ni haya madurado ni alcanzado su mayoría de edad (en días), es que ni siquiera ha nacido, acogotado por el verano que no parece querer marcharse, en otro día soleado y demasiado cálido para octubre (29ºC de máxima prevista).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una estupenda película que os recomiendo, que me encantó, tanto como las otras de este magnífico director y guionista. Se trató de "Diecisiete", de Daniel Sánchez Arévalo, y con Biel Montoro y Nacho Sánchez. Es el quinto largo de este director, del que os recomiendo también el resto de sus espléndidos films: "Azul oscuro casi negro" (2006), "Gordos" (2009), "Primos" (2011), y "La gran familia española" (2013).

Un joven de 17 años que cuida de su abuela moribunda, con la que convive, que tiene problemas de relación con los demás, metido en sí mismo, obsesivo y metódico (se trasluce que padece cierto tipo de autismo) y que no cesa de meterse en problemas (cometiendo pequeños delitos), es detenido e internado en un centro de menores del que continuamente trata de escapar. Allí, como parte de su terapia de reinserción se relaciona con un perro abandonado al que debe cuidar un día por semana, con el que conecta emocionalmente. Un día, cuando se entera que una familia lo adoptó, no acepta su pérdida, se fuga por última vez, y junto a su catatónica abuela, y a su hermano mayor, con quien no tiene buena relación y a regañadientes le ayuda, se embarca en su búsqueda por las carreteras secundarias de su provincia.

Otra estupenda película (nota: 8) de este director, como sus anteriores, mezclando comedia y pequeños dramas familiares, esta deliciosa película de carretera (en su segunda parte) en la que los dos hermanos protagonistas, cada uno en su encrucijada y mientras buscan el perro, acaban por encontrarse entre ambos, y a sí mismos. Sencilla historia, sentida y plena de humanidad, de inteligentes y chispeantes diálogos, que nos habla de empatía, de conectar con el otro, del paso de la adolescencia a la vida adulta, aceptando positivamente las frustraciones de la vida, sin berrinches, aprendiendo de ellas, del respeto por los animales, que nos hacen mejores personas.

En la sección de sabiduría ajena, por eso de que sus títulos son semejantes aunque con poco que ver entre ellas en contenido, empiezo por recomendaros escuchar la deliciosa canción "Atseventeen" de Janis Ian, que ya me maravilló en los años 70 cuando yo tenía algo menos de los 17, y siguiendo por el primer verso de un poema de Rimbaud, y otra más:

 - "Con diecisiete años no puedes ser formal [...]".  (Arthur Rimbaud).

 - "Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca perder la infinita esperanza".  (Martin Luther King).

Besos y abrazos,

Don.
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