Nueva
excursión a los matutinos, a la que todos estáis invitados, no solo el personal
responsable de ellos, en la que espero descubráis el mundo, y de paso a
vosotros mismos, de verdad, sin postales ni selfis. Y parece que también en
estos días de otoño caben todos los climas, aunque no sean nada típicos, como
estos últimos de temperaturas subidas (20ºC de máxima prevista para hoy),
ambiente agradabilísimo, nada desapacible, y sol a raudales, aunque estos más
bien deberían ser de lluvias.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El viaje de Marta (Staff only)"
("El viatge de la Marta (Staff only)"), de Neus Ballús, y con Elena
Andrada, Sergi López, Diomaye Augustin Ngom, Ian Samsó, y Madeleine C. Ndong.
Es el segundo largo de ficción, y primero que veo, de esta directora.
Marta,
a punto de cumplir 18 años, se va de vacaciones con su hermano pequeño y su
padre (empresario turístico divorciado y con el que apenas trata pues vive con
su madre) a un resort playero de Senegal. Va con mucha desgana, y enseguida el
plan de no poder salir del hotel salvo para las típicas excursiones de turisteo
exótico la aburre e incomoda aún más, así que, como la inconformista
adolescente que es, por el día busca excusas para no ir y empieza a tratar con
el personal del hotel, y por las noches se escapa furtivamente con el guía
turístico nativo para conocer a su aire y auténticamente el país y sus gentes.
Pero lo que se encuentra no es exactamente lo que imaginaba.
Muy
buena película (nota: 7), pequeña y grande a la vez, que vi con sumo
agrado, muy natural en la descripción de la relación paterno-filial y del mundo
del superficial turismo folclórico y exótico de occidentales en países
tercermundistas. Me agarró con fuerza y me hizo ponerme en el lugar de la
protagonista, empatizando con sus tribulaciones, que acabaron por emocionarme.
Viaje al extranjero, y al autoconocimiento, de una adolescente que va madurando
desde esa ingenua rebeldía inicial que cree saber del mundo, pero que terminará
por aprender a asumir la responsabilidad de sus actos, de sus errores, cuando
toma conciencia de ellos, y a encajar las decepciones que la vida nos reporta
en su natural transcurrir.
Ahora
toca viajar con la sabiduría ajena, solo para quien quiera embarcarse en ella:
- "Los viajes, en la juventud, son una
parte de la educación, y en la vejez una parte de la experiencia". (Francis Bacon).
- "Juventud, divino tesoro,
¡ya
te vas para no volver!
Cuando
quiero llorar, no lloro...
y a
veces lloro sin querer". (Rubén
Darío).
Besos
y abrazos,
Don.
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