Como
siempre, estos matutinos hacen de su capa un sayo, sin tapujos, siguiendo su
libre albedrío, siendo ellos mismos con toda naturalidad, de un modo diferente
cada vez, según les da el aire, y aquí dejo testimonio de ello, sin borrar ni
una coma, ni tratar de corregirlos lo más mínimo. Como la misma alocada y
voluble primavera no cesa de hacer en todo momento, hoy queriendo tender a la
serenidad, pero sin acabar de decidirse, en este día soleado, con alguna nube,
bastante viento a ratos, y máxima prevista de 15ºC... y subiendo para próximos
días.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Identidad borrada"
("Boy erased"), de Joel Edgerton, basado en un libro homónimo (en
inglés) de memorias escrito por Garrard Conley, y con Lucas Hedges, Nicole
Kidman, Russell Crowe, y Joel Edgerton... él mismo, que además de director y
actor, también es guionista y productor del film. Es su segundo largo como
director tras "El regalo" ("The gift", 2015).
El
hijo de un predicador baptista de una pequeña ciudad norteamericana rompe con
su novia y se va a la universidad a cursar su primer año allí, donde sufre un
incidente que le hace tomar conciencia de que es gay. De resultas, se ve en la
obligación de confesárselo a sus padres. Estos le convencen con sutiles
presiones y medias verdades para que ingrese en una institución, avalada por su
comunidad religiosa, que se dedica a más que dudosas terapias de reconversión
de homosexuales en personas "normales", so pena de ser rechazado por
propios sus padres y su iglesia.
Una
estupenda película (nota: 8) que con delicado estilo y contenidas y justas
dosis de emotividad nos habla de forjar la propia identidad por encima de las
trabas de los otros, de padres con problemas para aceptar a sus hijos tal cual,
de amar al prójimo como a uno mismo, de la familia y de saber cambiar para
aceptar y perdonar. Pero sobre todo de gente que creyendo hacer el bien hacen
un mal terrible, porque esta historia no va de mala gente, de intolerancia
religiosa, y presuntamente moral, sino de creer que se hace lo mejor por los
hijos cuando por error, incluso aberración, e ignorancia o desconocimiento
supinos, se les provoca un mal mayor, que incluso puede abocarles a sufrir
enormes traumas, y hasta el suicidio... pero nunca es tarde para cambiar y
aceptar al otro según es, sobre todo si se le quiere verdaderamente, como a un
hijo.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a fortalecer nuestro yo, sin
olvidar aceptar el de los demás, para que sea mucho más difícil que nos lo
puedan anular:
- "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin,
mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu
enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a
perfeccionar a tu enemigo, sino a ti mismo" (Amado Nervo).
- "Es difícil decir quién nos hace en la
vida más daño, si nuestros enemigos con su peor intención, o nuestros amigos
con la mejor". (George
Bulwer-Lytton).
- "A veces, ante la mala manera de ser de
los otros, uno se siente orgulloso de ser uno mismo y no otro". (André Maurois).
- "Si se debe amar al prójimo como a uno
mismo, es por lo menos tan justo amarse a sí mismo como al prójimo". (Chamfort).
- "Tratar de mejorarse a sí mismo es
empresa que suele dar mejor resultado que tratar de mejorar a los
demás". (Noel Clarasó).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario