lunes, 14 de enero de 2019

Vicematutino vicioso

¡Buenos días!

No, este no es un matutino que hace las veces de sí mismo, que es él mismo. Tampoco se me ha vuelto vicioso, en el normal sentido que todos entendemos por tal hoy en día. Si acaso, dada mi habitual verborrea, y atendiendo a otra de las acepciones de vicioso en el DRAE (abundante, provisto, deleitoso), la que más se aproxima a su significado en castellano antiguo y en latín, a lo mejor me queda algo más extenso de lo habitual. En cualquier caso, siempre me deleitaré con ello, como asimismo hago con el tiempo que nos toque, el que nos toque vivir, y el que nos depare la meteorología, hoy de nuevo con mañana de suave helada, nulo viento, total ausencia nubosa, y sol a raudales que subirán el termómetro hasta los 13ºC previstos para hoy por los madriles.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El vicio del poder" ("Vice"), de Adam McKay, y con Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, y Sam Rockwell. Es el segundo que veo de los largos de este director, tras su anterior, la sobresaliente "La gran apuesta" ("The big short", 2015).

Se nos narra la vida de Dick Cheney y como desde un tarambana alcohólico sin oficio ni beneficio en su juventud llegó a ser un callado y oscuro burócrata de Washington para de ahí ir escalando posiciones poco a poco hasta llegar a ser, con el interludio de su paso por una compañía petrolera como alto ejecutivo, vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush (2001-2009), acaparando la mayor parte del poder, manejando desde la sombra los hilos a su antojo y tomando controvertidas decisiones, retorciendo hasta la tortura la legalidad vigente, que cambiaron el curso de la historia para siempre... y para peor.

Muy buena película en general (nota: 7) esta tragicomedia sumamente mordaz, y sutil aunque no lo parezca aparentemente. Genial manera de narrar y hacer ameno y divertidísimo un biopic. Cual mosaico en construcción e interpelando al espectador con suma sorna, y jugueteando con él. El problema es que lo concerniente al tipejo glosado no me interesó lo más mínimo, por mucho que sus banales actos políticos, casi la encarnación del mal, influyeran tremendamente en la historia y cuyas nefastas consecuencias todavía padecemos. Por cierto, otra genialidad fue la escena final, tras unos minutos de créditos finales, así que no salgáis de la sala en cuanto empiecen estos pues os la perderíais. Cineasta a seguir, por lo que a mí respecta.

Como su anterior film, que me gustó más más a pesar de tener la misma concepción estructural y formal, esta tragicomedia, cuyo título original juega con los dobles sentidos, "vice" por sustituto del presidente y por vicio, es tragedia por los que cuenta y comedia por como lo cuenta, y con la que también eché unas cuantas carcajadas, incisiva sátira que denuncia los sucios entresijos del poder político y sus turbias y lucrativas relaciones de ida y vuelta con las corporaciones privadas.

Ahora, porque puedo, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena, no muy abundantes, pero creo que suficientes:

 - "Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero".  (Miguel de Cervantes).

 - "El derecho viene a perecer menos veces por la violencia que por la corrupción".  (Henri Lacordaire).

 - "A un pobre hombre se le pueden indicar sus vicios; a un señor, ni aunque camine al infierno".  (Geoffrey Chaucer).

 - "Los hombres que tienen los mismos vicios se sostienen mutuamente".  (Juvenal).

Besos y abrazos,

Don.
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