Nada
negra veo la mañana que hoy nos despierta, con su luminoso y alegre cielo azul
punteado de nubes, cada vez más numerosas, que fluyen al viento que limpia toda
impureza, su sol, y una máxima prevista por los madriles de 10ºC, sin helada
mañanera. Así que vuelvo por aquí a decir lo que pienso y siento, con la
esperanza de ser escuchado.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "El blues de Beale Street"
("If Beale Street could talk"), de Barry Jenkins, y con KiKi Layne
(una preciosidad), Stephan James, Regina King, Colman Domingo, y Teyonah
Parris. Basado en la novela homónima (en inglés) de James Baldwin, es el tercer
largo de este director, y segundo suyo que veo, tras la sobresaliente y
bellísima "Moonlight" (2016). No os perdáis ninguna de las dos.
Barrio
de Harlem, años 70. Una pareja de jóvenes profundamente enamorados planea el
futuro de su vida juntos, planes que se van al traste cuando él es injustamente
acusado de una violación al poco de quedar ella embarazada. A partir de
entonces, la joven, con el apoyo de toda su familia, se embarca en una
desesperada lucha a contrarreloj por tratar de demostrar su inocencia, y a
contracorriente de un corrupto y racista sistema, policial y judicial,
estadounidense.
Espléndida
película (nota: 8) este precioso melodrama romántico, muy de
emociones y sensaciones, de similar estilo formal al anterior film de su
director, aunque no tan redondo, pero con momentos sublimes. Historia de un
prístino amor incondicional, rodada con exquisita belleza formal, pura poesía
en imágenes en muchos momentos, amor que trata de sobrevivir esperanzadamente
contra viento y marea, los de un racista entorno, donde los pobres (y negros)
son humillados y a los que se niega verdadera justicia, lo que sucedía hace
casi 50 años y parece seguir sucediendo, si es que no va a más. Reivindicando
en su trasfondo el derecho a una verdadera igualdad de derechos, y denunciando
la indefensión de los negros, mayor cuanto más pobres, se destila que a pesar
de todos los pesares, el amor, la bondad, la humanidad pueden florecer, aunque
sea tímidamente, incluso en tan desfavorables entornos plenos de prejuicios.
Ahora
un par de citas de sabiduría ajena, lo que otros pensaron, y dijeron o
escribieron, y que tal vez ilumine, e incluso alegre, nuestras entendederas:
- "El norteamericano blanco relega al
negro a la condición de limpiabotas y deduce de ello que sólo sirve para
limpiar botas". (George Bernard
Shaw).
- "Aunque negros, gente somos". (Refrán).
Besos
y abrazos,
Don.
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