lunes, 25 de enero de 2016

Gran descubierto matutino

¡Buenos días!

Me descubro ante los matutinos, eso siempre, por su grandeza, pero no va por ahí el título de hoy; ni tampoco ellos me dejan a la intemperie, que siempre estoy y me siento bien acogido por aquí pues velamos mutuamente por nuestro bienestar -físico, mental y emocional-, lejos de cualquiera que tenga intención de perturbarlo y de cualquier canto de sirena financiero, con lo que es imposible que nuestros saldos queden en déficit, a lo más, si acaso, quedan al descubierto nuestras emociones, jamás en descubierto. Estos últimos días de descafeinado invierno nos han regalado suavísimas temperaturas, con máximas que pasan de los 15ºC y mínimas lejos de la helada, así, aunque quedemos al raso y sin techo que nos cobije, no nos ateriremos... cosas de la beneficencia climática... quería decir benevolencia, enorme.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una sobresaliente película que desde ya os recomiendo que vayáis a ver, imprescindible. Se trató de "La gran apuesta" ("The big short"), de Adam McKay, y con Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling, y Brad Pitt, entre muchos otros más, que es un film bastante coral. Es el primero que veo de los de este director, y es una adaptación del libro homónimo de Michael Lewis.

Año 2007. Cuatro analistas financieros, que no estaban en los lugares donde se deciden las finanzas mundiales, tipos marginales, desquiciados, y a los que nadie escucha, a pesar de su gran saber matemático y económico, descubren que los grandes bancos, los gobiernos, los organismos reguladores, y demás prebostes económicos se niegan a admitir, o no quieren o no saben ver, lo que para ellos es obvio, que la economía mundial va a colapsar por culpa del pinchazo de la burbuja inmobiliaria global. Así que ven el filón y se arriesgan a invertir, ante la estupefacta incredulidad de casi todos, apostando a que la economía entrará en crisis total (lo hizo en 2008), y sacando grandes réditos de ello, mientras la mayoría se arruina.

Una sobresaliente película que os recomiendo (nota: 9), repito, tanto por la forma como por el fondo, esta mordaz tragicomedia, muy real, y muy, muy divertida, con la que me reí mucho. Tragedia por lo que cuenta, y comedia por cómo lo cuenta. Se nos muestran los desconocidos y malolientes recovecos de las altas finanzas y se reflexiona sobre la quiebra del sector inmobiliario y sus derivados de inversión, que originaron la crisis económica actual. Con toques de documental ficcionado, la mar de didácticos y divertidos, se nos explican a los legos los enrevesados conceptos de artificiosas finanzas que nos llevaron hasta donde ahora estamos, debido tanto a la estupidez, inconsciencia, avaricia, o un poco de todo junto, de los importantes actores implicados, la mayoría aún de rositas o incluso más ricos que antes (mientras la plebe es más mísera), todo con mucha sorna y un enfoque tan alocado como sus personajes.

Como complemento a esta película, os recomiendo, así a bote pronto, otras cuatro más, dos documentales y dos de ficción, para complementar la poliédrica visión de lo que nos ha pasado: "Capitalismo, una historia de amor" ("Capitalism: a love story", 2009), "Inside job" (2010) de Charles Ferguson, "The company men" (2010) de John Wells, y "Margin call" (2011) de J. C. Chandor.

Bueno, ahí os dejo al descubierto unas citas de sabiduría ajena, comenzando con la que da inicio al film glosado hoy:

 - "Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos, sino lo que sabemos con certeza y no es tal".  (Mark Twain).

 - "Se puede andar con una pistola cargada, se puede andar con una pistola descargada; pero no se puede andar con una pistola que no se sabe si está cargada o descargada".  (Mark Twain).

 - "Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un tramposo; y si no lo sabes, eres un tonto".  (Confucio).

Besos y abrazos,

Don.
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