lunes, 13 de febrero de 2017

Colorido matutino a la luz de la luna

¡Buenos días!

Otro matutino más que ve la alegre luz del sol tras salir la noche anterior de la negra caverna de mis entendederas, y haber producido destellos a través de mis sinapsis neuronales, coloridas chiribitas que la iluminaban cual arco iris, tratando de no dejar de lado ningún color del espectro, ni lugar a tristeza alguna. Y la verá, si no en esta nubosa y lluviosa mañana, tal vez al atardecer, entre chubasco y chubasco. Desde luego, esta pasada noche, ni rastro de la pálida luz de la luna, arropada por la grisura nubosa, quizá parda, por eso de que por la noche todos los gatos son pardos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una hermosísima película que os recomiendo, distinta a la gran mayoría. Se trató de "Moonlight", de Barry Jenkins, y con Trevante Rhodes, Naomie Harris, Mahershala Ali, André Holland, Janelle Monáe, Ashton Sanders, y Alex Hibbert. Basada en la obra teatral de Tarell Alvin McCraney "In moonlight black boys look blue", es el segundo largo, y primero que veo, de este director.

En la década de los 80, en un barrio marginal de Miami, un chaval negro es perseguido por compañeros de clase para zurrarle. Se refugia en una casa abandonada y poco después es encontrado por un traficante de drogas a pequeña escala, que lo recoge y trata de llevar a su casa, donde vive pobremente con su madre drogadicta que no le hace mucho caso. El trato afectuoso del hombre, y de su novia, harán que el retraído muchacho los considere como a esa familia de la que carece afectivamente. A lo largo del tiempo, irá evolucionando, conociéndose y aceptándose a sí mismo, durante sus difíciles y problemáticas infancia, adolescencia y madurez.

Sobresaliente película (nota: 9), una preciosidad estructurada en tres capítulos, uno por cada fase de la vida del protagonista, de deslumbrante belleza formal, y una manera de narrar poéticamente superlativa, preñada de sutileza y sensibilidad, y cierta pátina de melancolía. Y si no le pongo el diez es porque, incluso conmoviéndome y emocionándome, le faltó esa indescriptible pizca para acabar de extasiarme y desbaratarme. Íntima historia, de sensaciones, sobre familia, amor, amistad e identidad, sea esta sexual o en general, que también va de en que persona llegamos a convertirnos, en función nosotros mismos y del azaroso entorno que nos va moldeando a través del tiempo, así como también las expectativas que los demás depositan sobre nosotros. No os la perdáis.

Ahora, algo más que citas de sabiduría ajena, un par, bien pura poesía, bien reflexión poética, nada más y nada menos que eso, que aporte a nuestra existencia algo de hermosa luz y color, por tenues que sean:

 - "Amistad nunca mudable
por el tiempo o la distancia,
no sujeta a la inconstancia
del capricho o del azar,
sino afecto siempre lleno
de tiernísimo cariño,
tan puro como el de un niño,
tan inmenso como el mar".  (José Zorrilla).

 - "En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía, como la luz apacible y desmayada de la luna".  (Gustavo Adolfo Bécquer).

Besos y abrazos,

Don.
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