¡Buenos
días!
El
clima está desbarajustado, quien me lo "barajustará", el... bueno,
dejo los caóticos trabalenguas para confirmaros que, efectivamente, está fuera
de madre, ¡la madre que le parió!, que no es normal que a estas alturas estemos
rondando los 30ºC de máxima prevista día tras día, de aquí hasta...
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "madre!"
("mother!"), de Darren Aronofsky, y con Jennifer Lawrence y Javier
Bardem. Es el séptimo largo de este director, de quien había visto sus cuatro
anteriores: "Noé" ("Noah", 2014), "Cisne negro" (Black swan", 2010), "El luchador" ("The wrestler", 2008), y
"La fuente de la vida" ("The fountain", 2006),
de los cuales solo el del cisne merece la pena y es recomendable, si acaso
también el del luchador, pero el resto, incluido el que hoy glosaré, son un
despropósito. No he visto sus dos primeros.
Una
pareja vive en una desvencijada mansión en medio de la nada que ella lleva
tiempo tratando de rehabilitar mientras su marido, a quien idolatra, intenta
encontrar la inspiración para el libro que quiere escribir. Para sorpresa de
ella de repente se presenta en la casa un desconocido al que su marido acoge
sin problemas y le invita a quedarse a vivir con ellos. Al poco llega la
esposa, luego los dos hijos, y más y más gente que van tomando posesión de la
casa, así que ella empieza a estresarse y quiere echar a todo el mundo, pero no
lo consigue, mientras el comportamiento de su marido se va volviendo cada vez
más extraño.
Película
que apenas nada me dijo (nota: 4) a pesar de
provocarme muchas reflexiones, aparente paradoja que no lo es, y que en
bastantes momentos me mantuvo en cierta incomodidad, puro desconcierto en su
agobiante delirio. Oscuro drama pleno de metáforas, la mayoría muy difíciles de
aprehender (por mí) y de las que apenas nada pude aprender, también de
crípticas cuestiones filosóficas, cuando no místicas. Tiene buenas maneras
formales, a veces tan pasadas de rosca como sus delirios pretenciosos, vacuos
las más de las veces. Entre muchas otras cosas, parece hablarnos de las insanas
obsesiones de cierta maternidad muy posesiva, también del vano ego del artista
que se viene arriba. Durante buena parte del metraje, por sus maneras formales
me recordó a la más que sobresaliente "Birdman" (2014) de Alejandro González Iñárritu;
también, por esa sensación de hogareña claustrofobia, a "El ángel
exterminador" (1962) de Luis Buñuel, y a varias otras más.
Ahora
un par de citas de sabiduría ajena, no ciento y la madre:
- "Cuando la cólera sale de madre, no
tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija". (Miguel de Cervantes).
- "¿Cuál puede ser una vida que comienza
entre los gritos de las madres que la dan y los lloros del hijo que la
recibe?". (Baltasar Gracián).
Besos
y abrazos,
Don.
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