viernes, 29 de septiembre de 2017

Matutinos que me sirven realmente

¡Buenos días!

Pues sí, mucho y muy bien, tanto este como cualquier otro, y además me tienen a cuerpo de rey, así que les cuento algunas de mis más íntimas confidencias y ellos las desparraman por doquier, al albur de los vientos, lo que me hace sentir todavía más desahogado. Lo que no parece aliviarse es este calor fuera de estación, que ya estamos de otoño de calendario y tenemos sol a raudales y máxima prevista para hoy de 28ºC por los madriles, verano ambiental que está de veranillo, hoy es San Miguel, y no parece querer ceder de buena gana su caduco imperio térmico a lo que naturalmente esté por venir.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La reina Victoria y Abdul" ("Victoria and Abdul"), de Stephen Frears, y con Judi Dench y Ali Fazal. De este veterano director inglés he visto casi todos sus films desde el primero suyo que vi, "Las amistades peligrosas" ("Dangerous liaisons", 1988), pero ninguno de los anteriores a este. En concreto, de los de este siglo, he visto: "Florence Foster Jenkins" (2016), "The program (El ídolo)" ("The program", 2015), "Philomena" (2013), "Tamara Drewe" (2010), "La reina" ("The queen", 2006), "Mrs. Henderson presenta" ("Mrs. Henderson presents", 2005), "Liam" (2000), y "Alta fidelidad" ("High fidelity", 2000).

En 1887 un humilde joven indio musulmán debe viajar desde la India para participar en la ceremonia de celebración de los 50 años de la reina Victoria como imperial monarca británica con el fin de entregarle como presente de su país una moneda de oro acuñada allí. La soberana se interesa por él y decide que sea su criado personal, lo que provocará el recelo del heredero y del resto de servidumbre y personal de la corte, mucho más cuando descubran que además se convierte en su consejero espiritual, profesor de asuntos indios y amigo íntimo. Permanecerá al lado de la soberana hasta su muerte, ya octogenaria, en 1901.

Una muy buena película (nota: 7) que recrea un episodio desconocido de la historia británica. Amable y agradable melodrama cómico, con el que pasé un muy buen rato y me reí bastantes veces con su irónico humor, a veces soterrado y con algo de rebaba y retranca. Historia de una amistad bastante improbable, aunque fue real, en ambos sentidos, también historia de amor (amistoso) entre ambos, en la que el joven criado logra sacar de su almidonado aburrimiento a la anciana regidora siendo confidente de sus cuitas y azuzando la curiosidad real por su imperial joya (la India), que jamás pudo visitar. En definitiva, vehículo para dar un buen rapapolvo, gracioso y sutilmente hiriente, al racismo, imperial soberbia y demás "virtudes" de los paisanos del director.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero nos sirvan realmente para mejor regirnos en nuestros quehaceres más o menos cotidianos:

 - "Ni sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió, ni mandes a quien mandó".  (Refrán).

 - "A buen servicio, mal galardón".  (Refrán).

 - "Si un artesano soñase por espacio de doce horas que es rey, creo que sería casi tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano".  (Blaise Pascal).

 - "Estar solo es reinar; ser libre es vivir".  (Alphonse de Lamartine).

 - "Todo ciudadano es rey bajo un rey ciudadano".  (Charles Simon Favart).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: