¡Buenos días!
Otro matutino más al que
rindo pleitesía, de admiración y respeto, por todo lo que hacen por mí,
absolutamente impagable. El otoño que hace poco comenzó todavía no luce sus
mejores galas, esas que le dan renombre a sus gloriosos días de hojas caídas y
gris nubosidad. De momento seguimos como en pasadas jornadas, con máximas
rondando ligeramente por arriba los veinte grados y, eso sí, con cada vez más
nubes, que tal vez algún día de estos dejen caer otra vez algunas gotas por
estos lares, como esta misma mañana, ya totalmente pasada por agua.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "El precio de la fama" ("La
rançon de la gloire"), de Xavier Beauvois, y con Benoît Poelvoorde,
Roschdy Zem, Séli Gmach, Chiara Mastroianni, Nadine Labaki, y Peter Coyote. Es
el quinto largo de este director francés, y segundo suyo que veo tras "De dioses y hombres" ("Des hommes et des
dieux", 2010).
Finales del año 1977. Un
hombre espera a que su mejor amigo salga de la cárcel. Le recoge y le aloja en
su humilde casa si cuida de su hija mientras su mujer se recupera de su
enfermedad en el hospital. Viven en Vevey (Suiza) y son dos emigrantes en el
umbral de la pobreza. El día de Navidad ven por la tele la noticia del
fallecimiento de Charles Chaplin, que vivía en la misma ciudad que ellos. Sus
penurias económicas, pues el primero debe pagar una enorme cantidad de dinero
por la operación de su mujer (es un sin papeles que no tiene derecho a sanidad
pública... ¿a qué me suena esto en este país en regresión en el que vivo?), así
que al otro se le ocurre a los pocos días robar el ataúd con los restos del
famoso cómico, esconderlo, y pedir un rescate a la adinerada familia. Preparan
el plan y lo ejecutan.
Una buena película (nota:
6) que al principio no me convenció demasiado pero que hacia la
mitad fue enganchándome cada vez más hasta su muy buen final. Aunque la cinta
parte de un hecho real, el robo del ataúd y la petición de rescate, el resto es
una fabulación, con su buena moraleja final incluida, sobre este par de
charlotescos desheredados. Cuento sobre una tragicómica pareja y sus
disparatadas andanzas más o menos punibles y risibles, muy al estilo de
Charlot, otro pobre sin techo, el más célebre vagabundo cinematográfico. Y la
moraleja: que si no ayudamos todos, y en especial más los que más tienen, y en
nuestra representación el gobierno de turno, a los que más lo necesitan, ello
se terminará por volver contra nosotros antes o después, pagando un peaje
mayor... a lo largo de nuestra vida o en nuestra gloria (o infierno, para los
que crean en ambos). Y aquí paz, y después gloria. ¡Ah!, y no os levantéis
antes de tiempo de la sala y os perdáis la escena final tras los títulos de
crédito.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que tal vez nos rescate de tener que pagar el precio por nuestras
tonterías, rematando con unas cuantas de Chaplin:
- "El lujo de ser mejores que los demás
hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de
pellejo". (Jacinto Benavente).
- "Los hombres famosos tienen por
sepulcro la tierra eterna".
(Pericles).
- "Es feo ser digno de castigo, pero poco
glorioso castigar". (Michel
Foucault).
- "La pobreza es un gran enemigo de la
felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y
sumamente difíciles otras". (Samuel
Johnson).
- "Los privilegiados arriesgarán siempre
su completa destrucción antes que ceder una mínima parte de sus
privilegios". (Antonio Gala).
- "Sin haber conocido la miseria es
imposible valorar el lujo".
(Charles Chaplin).
- "Mirada de cerca, la vida es una
tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia". (Charles Chaplin).
- "Todo lo que necesito para hacer una
comedia es un parque, un policía y una chica guapa". (Charles Chaplin).
- "Sólo soy, sólo sigo siendo una sola
cosa: un payaso. Eso me pone en un plano más alto que cualquier
político". (Charles Chaplin).
Besos y abrazos,
Don.
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