jueves, 8 de octubre de 2015

Al lado de los matutinos

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que por aquí me acerco y hospedo, pasando un rato de solaz, donde me siento siempre bienvenido, y colmado de atenciones por mis revoltosas anfitrionas, mis hadas y ninfas. Así no hay manera de extrañar nada, pues estoy como en casa. Y de hecho así es. Por lo demás, poco a poco se acerca el otoño de rigor, el de nulos rigores y belleza por doquier, aunque todavía haga sol y suavísimas máximas que rondan los 20ºC. Otoño en el que me siento acogido y reconfortado con su manta de tendidas hojas, sean del color que sean. De momento, calidez ambiental.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que os recomiendo, "Lejos de los hombres" ("Loin des hommes"), de David Oelhoffen, basada en un relato corto de Albert Camus, "El huésped" ("L'hôte"), y con Viggo Mortensen y Reda Kateb, dos estupendos actores. Es el segundo largo, y primero que veo, de este director y guionista francés.

Argelia, año 1954. En los albores de la guerra de independencia, la de la descolonización de Francia, un solitario maestro da clases a un grupo de niños nativos en una remota escuela perdida entre las montañas del Atlas. Llega un gendarme que le entrega un prisionero acusado de asesinato y le ordena que lo entregue en la comandancia más próxima, pues debe unirse a una partida de colonos para luchar contra los recién sublevados. Se niega, el gendarme se lo deja y se va; pero acosados por ambos bandos, deberán huir a través de las montañas para salvar sus vidas.

Una espléndida película (nota: 8), que me encantó por el tono y el contenido de su narración, reflexiva y parsimoniosa. Peculiar western desarrollado en las áridas tierras del Atlas argelino, con el trasfondo de la incipiente guerra civil entre colonos y colonizados. Historia de dos desconocidos, forzados por las circunstancias a conocerse mientras huyen y luchan por salvar sus vidas. El uno, hijo de colonos españoles y nativo del lugar, mal visto tanto por los nativos por colono como por los franceses por medio moro, quiere salvar al otro, incluso siendo un asesino, del fanatismo de los suyos y de los otros. Porque, ¿qué sentido tiene juzgar a un asesino en medio de una guerra? Relato sobre desarraigo y pertenencia, de la casi imposibilidad de permanecer neutral en los conflictos bélicos, del sentido de recta justicia, y de la fraternidad entre distintos. Por ponerle un pero, la escena que se desarrolla en el pueblo natal del maestro, que me sobra.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero no se aleje mucho de nosotros en los momentos que más la podamos necesitar:

 - "Si una persona se muestra condescendiente y cortés con un extranjero, demuestra que es un ciudadano del mundo".  (Francis Bacon).

 - "Honra igualmente al extranjero que al ciudadano, porque todos somos viajeros esparcidos por la Tierra".  (Focílides).

 - "Cuando uno emplea demasiado tiempo en viajar llega a ser finalmente extranjero en su propio país".  (René Descartes).

 - "Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas".  (Thomas Macaulay).

 - "Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen".  (Albert Camus).

 - "No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo".  (Albert Camus).

Besos y abrazos,

Don.
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