jueves, 7 de mayo de 2015

No me extraña que los matutinos se llamen así

¡Buenos días!

Que desde sus mismos orígenes veían la luz como yo mismo los albores del amanecer mientras paseaba real o ensoñadoramente a la vera del Arlanzón, y eso que con posterioridad bastantes de ellos coquetearon con lo vespertino, cuando no con lo nocturno, y no era raro que cambiasen su denominación por vespertinos o "nocturninos". Tampoco es raro que la primavera sea como es, voluble, veleidosa, inconstante, y tras un par de días de frescor con máximas rayanas en los veinte grados, hoy se nos descuelga con un día caluroso en el que hay pronosticados 28ºC de máxima por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Que extraño llamarse Federico" ("Che strano chiamarsi Federico!"), de Ettore Scola, y con... De este octogenario director italiano había visto un par de películas, creo, de su muy amplia filmografía, entre ellas su anterior, de hace más de diez años, "Gente de Roma" ("Gente di Roma", 2003); y "La familia" ("La famiglia", 1987).

Documental, dicen, que rinde homenaje a Federico Fellini, leyenda viva del cine, en el vigésimo aniversario, en 2013, cuando se hizo este film, de su muerte, que combina imágenes de archivo, escenas de películas y escenas de rodajes y castings, que recrean hechos pasados de la relación de amistad entre el director de este documental y el homenajeado, sobre todo anécdotas personales que ambos vivieron (o no, que a lo mejor son sólo evocación de recuerdos imaginados, tal y como reza la primera cita de la sección de sabiduría ajena de más abajo, del propio Ettore Scola).

Especie de documental que no lo es mucho, pues me parece más cerca del docudrama, que este estilo domina sobre el documental puro de imágenes de archivo y entrevistas. Y tampoco mucho docudrama, pues bastantes de las escenas ficcionadas, más que recreación de hechos, lo son de ensoñaciones probablemente fantásticas, muy al estilo de los films de Fellini, su mentor y amigo. Este extraño y original cóctel, por tanto, sin parecerme malo, no me dijo gran cosa, y salvo momentos contados que sí me interesaron mucho, casi me aburrió (nota: 5).

Bueno, pues tras este extraño matutino, ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a extrañarnos menos de las cosas, con un par de citas de cada uno de estos dos cineastas:

 - "No es un documental en el que se cuente una historia de manera lineal. Es más bien la evocación de un puñado de anécdotas que sólo él y yo vivimos. Lo bueno de los recuerdos es que van cambiando con el paso del tiempo. No se ajustan a la realidad. Lo que hacen es ajustar la realidad al recuerdo, que es mucho más interesante".  (Ettore Scola).

 - "Queríamos cambiar el mundo, pero el mundo nos ha cambiado a nosotros".  ("Una mujer y tres hombres" ("C'eravamo tanto amati", 1974), Ettore Scola).

 - "El único realista de verdad es el visionario".  (Federico Fellini).

 - "No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida".  (Federico Fellini).

Besos y abrazos,

Don.
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