¡Buenos días!
Siempre estoy y estaré en
deuda con mis bien amados matutinos, y viceversa, pero de común y tácito
acuerdo jamás nos reclamaremos los débitos. Y así todos felices seguiremos
armoniosamente nuestro común rumbo sin nada que debernos, y debiéndonos todo.
Por lo demás, esta primavera que ya nos lo ha dado casi todo, sigue
regalándonos con sus inagotables dones... carpe diem. Seguimos de soleado
frescor, con 20ºC previstos de máxima para hoy.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "La deuda" ("Oliver's
deal"), de Barney Elliott, y con Stephen Dorff, Alberto Ammann, Amiel
Cayo, Elsa Olivero, Carlos Bardem, y David Strathairn. Es el debut en el largo
de este director estadounidense afincado en Perú.
Hace unos cuarenta años, el
gobierno peruano expropió unas tierras a los terratenientes para repartir entre
campesinos pobres a cambio de unos bonos. Nunca saldó esa deuda. Ahora, una
serie de tiburones financieros de Wall Street, tratan de recomprar a un
irrisorio precio esos bonos olvidados (casi papel mojado) con la idea de
especular con ellos y hacer inmensa fortuna. Una vez conseguidos, entablan
duras negociaciones con el gobierno para que les pague ya. Este acuerdo traerá
dramáticas consecuencias para la población peruana (recortes sanitarios y
demás) que pagarán, entre otras cosas, con su salud y vidas (¿de qué me suena
esto en este país nuestro?).
Una buena película (nota:
6), con tres historias que acabarán por entrecruzarse, la de los
tiburones financieros, la de una enfermera de hospital cuya madre necesita una
urgente operación y siempre está en la lista de espera, y la de unos humildes
campesinos del altiplano que pueden perder sus tierras y quedarse sin nada. Muy
buen estilo narrativo y formal, pero con algunas flojezas de guión, las de este
dramático thriller sobre sucios tejemanejes financieros, miserable explotación
económica y ruin corrupción política, y generalizada en una sociedad que trata
de sobrevivir como puede y sin muchos miramientos. También de como pequeños
actos individuales y grandes decisiones corporativas pueden influir de forma
más o menos insospechada en el resto, que ni se imaginan lo que les cae encima.
La globalización en su lado perverso, sólo vista como aprovechamiento del
débil.
Ahora algo de sabiduría
ajena, con la que espero estemos todos en deuda para siempre:
- "El poder conseguido por medios
culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos". (Tácito).
- "Cuando alguien dice estar de acuerdo,
en principio, en hacer algo, quiere decir que no tiene la menor intención de
hacerlo". (Otto von Bismark).
- "Cuatro cosas es necesario extinguir en
su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad". (Confucio).
- "En esencia somos criaturas sociales.
La idea de que uno puede empezar algo de la nada, libre del pasado o sin deuda
alguna a otros, no podría estar más equivocada". (Karl Popper).
- "Cuando las deudas no se pagan porque
no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar". (Camilo José Cela).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario