¡Buenos días!
Ya veremos si puedo reducir
el tamaño estándar de estos matutinos en el día de hoy, aunque no sé si se
dejarán domeñar por mis imperiales imposiciones, más bien doy por sentado que
no. Matutinos que sin embargo me acogen siempre, y donde me encuentro como Dios
mientras habito en ellos y sus divas, mis hadas y ninfas, me cuidan con esmero.
Estamos en el florido mayo, el hogar por antonomasia de la primavera, donde
ésta se encuentra como en casa. La máxima prevista para hoy, que ha vuelto a
bajar, será de unos deliciosos 23ºC, el paraíso térmico.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo una de animación por ordenador, "Astérix: La residencia
de los dioses" ("Astérix: Le domaine des dieux"), de
Louis Clichy y Alexandre Astier. Es una adaptación del cómic homónimo de
Goscinny y Uderzo publicado en 1971, y que es el único libro que yo he leído de
Astérix, allá por 1974 y en versión original francesa, cosas de mi profesor
escolar de francés en 8º de EGB, idioma que je presque l'oubliai; no así el
film, que lo he visto doblado porque no lo han estrenado por estos lares en
V.O.S. (Versión Original Subtitulada), como suelo ver casi todos los films.
Año 50 a.C. Los romanos
dominan toda la Galia, ¿toda?, ¡no!, una irreductible aldea resiste el continuo
cerco de las legiones romanas, así que como no puede dominarlos por la fuerza,
Julio César cambia de estrategia y propone crear una urbanización de lujo en
las cercanías de la aldea, arrasando el bosque circundante, "La residencia
de los dioses", para que los galos aprecien las maravillas de la
civilización romana y se sometan.
Una buena película (nota:
6), muy divertida y entretenida, para niños y adultos, con la que
pasé un rato bastante agradable. Creo que sí guarda mucha de la esencia
original de ese cómic que leí en mi adolescencia. Historia en la que runrunea
por debajo cierta mordacidad, como en las de Mortadelo. Rezuma crítica social
sobre especulación inmobiliaria, corrupción política, publicidad engañosa,
reivindicaciones laborales de los peones trabajadores (esclavos y legionarios,
en este caso)... cosas tan típicas de esta nuestra sociedad moderna, parece que
tanto como los menhires de Obélix.
Esta adaptación de un libro
de Astérix me ha parecido muchísimo mejor que otra que vi hace más de 15 años
con actores de carne y hueso, muy flojita y sosita, más bien malucha, diría yo,
"Astérix y Obélix contra César" ("Astérix et Obélix contre César",
1999) de Claude Zidi. Me ha sucedido lo mismo que con las de Mortadelo y
Filemón, que la que vi hace unos seis meses, de animación digital, la
sobresaliente "Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo" de
Javier Fesser, era infinitamente mejor que las dos anteriores con actores de
carne y hueso, bastante malas. Está visto que las adaptaciones de tebeos tienen
que ser de animación por ordenador y no con actores. Tenéis que saber que en mi
infancia y adolescencia no era muy amigo de Astérix, quizá por haberlo tenido
que leer a la fuerza y en francés, y estaba embebido con las historietas de
Mortadelo, que devoraba hoja tras hoja.
Ahora algo de divina
sabiduría ajena que espero se aloje en nuestras entendederas:
- "La arquitectura debe hablar de su
tiempo y su lugar, y además, anhelar la eternidad". (Frank Gehry).
- "Los hombres geniales empiezan las
grandes obras, los hombres trabajadores las terminan". (Leonardo da Vinci).
- "Cumplid vuestro deber y dejad obrar a
los dioses". (Pierre Corneille).
- "Prefiero ser el primero en una aldea
que el segundo en Roma". (Julio
César).
- "Nada es tan difícil que no pueda
conseguir la fortaleza". (Julio
César).
Besos y abrazos,
Don.
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