jueves, 31 de julio de 2008

Peloteos matutinos

¡Buenos días!

Otro soleado y delicioso día de verano a la vera del Arlanzón, hoy también con unas insinuantes nubes de gasa, que no ocultan, sino que tamizan a la perfección luz y calor. Mis hadas y ninfas ribereñas están estupendas y lucen radiantes ...¡son la cosa más bonita de este mundo, y de los otros! ... Estas alabanzas, que parecen peloteo, no lo son ... bueno, algo sí que lo son que, aunque absolutamente ciertas, siempre queda la esperanza de que alguna migaja de maná me caiga. De todas formas, la ribera continuará peloteándome de aquí para allá mientras trato de encontrar a las esquivas hadas y ninfas.

Ayer por la tarde estuve viendo otro film de los del ciclo de verano en versión original subtitulada. Esta vez se trató de "Pingpong", de Matthias Luthardt. Esta película alemana nos cuenta que un día de verano un adolescente, cuyo padre acaba de fallecer por suicidio, aparece por sorpresa en la casa de unos familiares (su tío, su tía y su primo, de edad similar) con la idea de liberarse de sus penas. Nada más llegar, es el detonante que hace saltar las tensiones familiares latentes en esa aparentemente idílica familia. Además, al poco, él termina por generar nuevos conflictos. Una historia de incomunicación familiar, que se trata de camuflar en anodinos peloteos al ping-pong; un ambiente hogareño apacible y densamente irrespirable, de relaciones bastante envenenadas; con una madre fría y marimandona, un padre algo ausente (en lo físico y en lo anímico), y un hijo incomprendido. Una muy buena historia, seca, contundente, áspera, con alguna que otra fulgurante pelotera familiar.

Pues para tratar de prevenir las eventuales peloteras que podamos tener, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Tener hijos no lo convierte a uno en padre, de la misma manera que tener un piano no lo vuelve pianista". (Michael Levine).

- "Sus hijos no son sus hijos (...) Pueden darles su amor, mas no sus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos (...) Pueden esforzarse por ser como ellos, mas no intenten hacerlos como ustedes, porque la vida no marcha hacia atrás ni se detiene en el ayer". (Khalil Gibrán).

- "Soy un hombre. Por lo tanto, todos los diablos habitan en mi corazón". (Chesterton).

- "Las palabras acercan. Los silencios destruyen". (André Maurois).

- "Para dialogar, preguntad primero, después... escuchad". (Antonio Machado).

- "El hombre se revela en la conversación no sólo por lo que dice, sino por lo que calla". (Stefan Zweig).

- "Todos sufrimos; pero el hablar nos alivia". (Voltaire).

Besos y abrazos,

Don.
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