Matutino selecto

¡Buenos días!

Pues sí, tras un duro proceso en el que voy descartando las ideas que se adaptan poco al matutino de hoy, me van quedando, creo, las más adecuadas a él; como mismamente sucede en la naturaleza, que aplica el paradigma de los procesos selectivos, la selección natural, y es por eso que estamos todos y cada uno de nosotros aquí, que como decía no sé quien, no nos aflijamos, que alguna vez fuimos los mejores, como cuando aún éramos espermatozoides, que fuimos el más rápido de todo el grupo. Por lo que a la meteorología respecta, ésta nos ha seleccionado para hoy, a la vera del Arlanzón, cálidas y suaves temperaturas, frescachona brisa que cuando sopla hace que no sean tan cálidas, solazo radiante y plácido bienestar.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Bienvenido a Farewell-Gutmann", de Xavi Puebla, y con Ana Fernández, Adolfo Fernández, Lluis Soler, y Héctor Colomé. Una película de tan solo 7 personajes (4 principales) y que casi parece una obra de teatro. Por esto, y por el proceso de selección de personal que nos relata, me recordó bastante a la obra teatral "El método Grönholm" y a su secuela fílmica "El método" (ver su matutino más abajo). Además, por tratar la temática laboral, me recordó a otras dos películas españolas recientes: "Casual day", que vi el mes pasado, y "Smoking room", que vi hace 6 años (ver sus respectivos matutinos aquí o aquí).

Tres ejecutivos del departamento de recursos humanos de una multinacional farmacéutica, Farewel-Gutmann, están entrevistando y evaluando candidatos a una plaza de visitador médico. Además, el director de recursos humanos acaba de fallecer, y ellos, a su vez, son evaluados por un alto ejecutivo de la central en América, con casi más mala leche que ellos. Una historia tensa sobre lucha despiadada por el poder versus debilidades y miserias personales de los aspirantes, de los que nadie está libre, con unos métodos de selección prácticamente surrealistas y que inciden con algo de saña en los puntos flacos de los candidatos, especialmente de los que pretenden ser director de recursos humanos ... Donde las dan, las toman; que al que hace daño u ofende le pueden pagar con la misma moneda. Muy, muy buena película.

Ahora, un poco de escogida sabiduría ajena:

- "Procure no ser un hombre con éxito, sino un hombre con valores". (Albert Einstein).

- "Los hombres imaginan ser los que mandan; en realidad, el que manda es el trabajo". (André Maurois).

- "El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo; la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo". (Jacinto Benavente).

- "Cada vez que doto una vacante hago cien descontentos y un ingrato". (Luis XIV).

Besos y abrazos,

Don.

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El método matutino
(Martes, 27 de septiembre de 2005)

¡Buenos días!

Deliciosa mañanita de lo que puede ya considerarse como veranillo de San Miguel, de esas que le hacen a uno creer que el paraíso es posible, al menos a ratitos perdidos. Pero es que esos ratitos aquí, a la vera del Arlanzón, son más largos que en la mayoría de los sitios, donde la gente vive demasiado atareada y sin percibir más allá de su frenesí rutinario, especialmente el laboral.

Recomendaría a muchos de esos "yuppies" (o no tanto) de las grandes urbes o de cualquier otro sitio que siguieran la metodología matutina de afrontar lo que la vida nos va lanzando encima. Pero, ¿cual metodología es esa? ... ¡qué cada uno descubra la suya propia!, que suele ser lo mejor.

Pues según mi metódico teclear, ahora me toca hablaros de cine ... ¿o no? ... pues va a ser que no, que dicen en el slogan del anuncio publicitario, ya que este pasado fin de semana estuve en el teatro en Madrid. Estuve viendo la obra escrita por Jordi Galcerán "El método Grönholm", con Carlos Hipólito, Cristina Marcos, Jorge Roelas y Eleazar Ortiz (solo tiene 4 personajes).

En esta obra se nos relata un peculiar método de selección de personal, bastante inhumano, a la par que nos muestra la crueldad en las relaciones laborales. He leído que las pruebas de selección a las que son sometidos los personajes de la obra están inspiradas en técnicas reales de selección de personal, por increíbles que parezcan. La obra es extremadamente divertida, y reí a carcajada limpia muchas veces. Creo que es la mejor manera de enfocar estos temas (todos los temas, diría yo). Esta obra teatral, que está en su segunda temporada, la están representando simultáneamente en Madrid y Barcelona. Os recomiendo a todos encarecidamente su visión, pues probablemente os provocará tantas reflexiones como a mí. Además, como la mayoría de vosotr@s habréis pasado por un proceso selectivo (incluídas oposiciones a la administración), os la hará doblemente interesante.

Además, ayer, cual si fuera un metodista, pues el cine ya casi es para mí una religión, estuve viendo la recién estrenada película "El método", de Marcelo Piñeyro, y con Eduardo Noriega, Najwa Nimri, Eduard Fernández, Pablo Echarri, Ernesto Alterio, Carmelo Gómez, Adriana Ozores y Natalia Verbeke. Film basado en la obra de teatro anterior. Sin embargo, se diferencian en que el film carece casi totalmente de la gracia desbordante de la pieza teatral; y en que la película tiene el doble de personajes, que no son los mismos que los teatrales, aunque sí parecidos, lo que provoca un desenlace distinto. En caso de que no podáis verla en teatro, vedla en cine, que también es estupenda ... o las dos versiones, como yo, la original teatral y la cinematográfica (a mí me gustó algo más la original).

Metódicamente, ahora pasamos a la sección de sabiduría ajena:

- "Errar es humano, ... pero echarle la culpa a otro, es más humano todavía". (Les Luthiers).

- "Los honestos son inadaptados sociales". (Les Luthiers).

- "El trabajo es de lo más divertido. Podríamos pasarnos horas y horas observándolo". (Anónimo).

- "En la conversación, como en la guerra, basta con resistir un cuarto de hora más que el adversario. La constancia vence a la razón, a la elocuencia y a la erudición. Mediante el aburrimiento se reduce al silencio al enemigo". (André Maurois).

- "No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido". (Anónimo).

- "Cualquier problema sencillo se convierte en insalvable si se hacen las suficientes reuniones para discutirlo". (Una de las leyes de Murphy).

Besos y abrazos,

Don.
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