¡Buenos días!
Pues sí, esto es una informalidad, que ni es matutino, ni es un día habitual para crearlo, ni estoy a la vera de mi bien amada ribera del Arlanzón, sino unos cientos de kilómetros allende el sur, en las asfaltadas riberas del Manzanares, en mi pueblo natal. Echo en falta a mis hadas y ninfas habituales, pero tampoco están nada mal las que voy encontrando por estos lares, que la primavera es lo que tiene, que estoy a la que salta, si es que me apercibo de ello, que estos tumultos madrileños que ya casi me agobian impiden muchas veces poder ver todo lo que sucede de interés, que casi he perdido ese puntito de bien convivir con las aglomeraciones y poder filtrar lo interesante ignorando el aparente caos. Sin embargo, paradójicamente, estos días que paso entre las multitudes me funcionan como lo que buscan los madrileños habituales para salir de sus rutinas laborales en sus escapadas de fin de semana al "campo".
Ayer estuve en el cine viendo "Casual day", de Max Lemcke, y con Javier Ríos, Juan Diego, Luis Tosar y Estíbaliz Gabilondo, entre otros, que es un film bastante coral. Esto del casual day es una costumbre de las empresas anglosajonas (más bien gringas) por la cual, cada cierto tiempo, la empresa reune durante un fin de semana a sus empleados en un lugar del idílico campo para realizar ciertas actividades con el fin de ir confraternizando, liberarse del stress y mejorar la productividad laboral posterior.
Pues eso es lo que nos cuenta con cierto grado de ácido sarcasmo esta película española, muy buena y divertida y que recuerda por temática de relaciones laborales y una peculiar cadencia y musicalidad en los algo absurdos, a ratos incoherentes, y cotidianos diálogos a la espléndida "Smoking room" (ver más abajo su matutino).
Sin embargo, todos esos buenos propósitos que se pretenden con los casual day naufragan en esta jocosa historia de personajes en lucha con aceptar o no su estilo de vida (y marcharse a otro sitio), de querer o poder cambiarlo, de imposiciones empresariales, de abusos de poder, de peloteos, de enchufes, de voracidad laboral, de pérdida de valores, de hipocresía y cinismo.
Ahora, con las formalidades de rigor, un poquito de sabiduría ajena:
- "Cuando uno se queja de su trabajo, que lo pongan a no hacer nada". (Blaise Pascal).
- "Para trabajar basta estar convencido de una cosa: de que trabajar es menos aburrido que divertirse". (Charles Baudelaire).
- "Dichoso es aquel que tiene una profesión que coincide con su afición". (George Bernard Shaw).
- "Quien trabaja lo hace con la esperanza de ganar con ello un día la liberación de su vida, de poder en su hora dejar de trabajar y ... comenzar de verdad a vivir". (José Ortega y Gasset).
- El trabajo es todo lo que se está obligado a hacer; el juego es lo que se hace sin estar obligado a ello". (Mark Twain).
Besos y abrazos,
Don.
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Matutino de hurtados humos
(Miércoles, 28 de agosto de 2002)
¡Buenos días!
He vuelto de mis vacaciones anticipadamente este pasado lunes, antes de ayer, para reservar unos días por motivos nupciales este próximo otoño en Canarias. El del bodorrio no soy yo, sino que se casa uno de mis hermanos, que vive allí, y necesito una semanita para disfrutar de tan paradisíaco entorno isleño.
Y aquí en Burgos ya es otoño en pleno agosto, pues está nublado, a veces llovizna, a veces caen tormentillas, y hace un frío que pela, en torno a 15ºC, por lo que llevo jersey de invierno. Las previsiones apuntan a que en pocos días mejorará y volveremos al declive del verano. Tal vez por eso me he hurtado a mi mismo los malos humos climáticos que traía estos días, y han contribuido, creo, a espesar la capa de grises nubes que ahora, gracias al viento, corren a gran velocidad, quien sabe adonde.
Ayer estuve en el cine viendo "Smoking room", de Julio Wallovits y Roger Gual, y con Eduard Fernández, Antonio Dechent, Juan Diego y Ulises Dumont. Buenísima película que muestra a unos oficinistas extravagantes y normales a la vez (paradójico como la vida misma), con sus neuras, en una cutre oficina. Todos aquellos que paséis parte de vuestras vidas en esos cubículos llenos de mesas, archivadores, y demás, os sentiréis en parte reconocidos en algún o algunos personajes y sus actitudes. Excepcional actuación de todos los actores. Lo bordan.
Y durante mis vacaciones fui a ver "Nueve reinas", de Fabián Bielinsky, y con Ricardo Darín y Gastón Pauls, otra excepcional película, esta vez argentina, que va de unos timadores de poca monta que se embarcan en un gran golpe (al estilo de la película de "El gran golpe" en la que salían Paul Newman y Robert Redford). Pero las similitudes se acaban ahí, pues se describe a modo de parábola la patética situación de Argentina, donde unos timadores de chaqué y levita han hurtado los míseros ahorros de la mayor parte de la población.
Y nuestras citas ajenas para esta vuelta vacacional son:
- "A una colectividad se la engaña siempre mejor que a un hombre". (Pío Baroja).
- "Así es la raza humana. A veces da pena que Noé no perdiera el barco". (Mark Twain).
- "Los ricos que no saben usar sus riquezas son de una pobreza incurable, porque es la pobreza del espíritu". (Jenofonte de Atenas).
- "Me temo que debemos hacer honesto el mundo antes de poder decir honestamente a nuestros hijos que la honestidad es la mejor política". (George Bernard Shaw).
- "El hombre se habitúa a los cambios contínuos con tanto gusto como a la inmovilidad, y una vez extendido el contagio reformador, no hay peligro en innovar". (Angel Ganivet).
- "Desnudo nací, desnudo me hallo; ni pierdo ni gano". (refrán).
- "He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fué fácil". (Sigmund Freud).
Besos y abrazos,
Don.
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