lunes, 29 de septiembre de 2025

Matutino, requetepeleón, no te enredes

¡Buenos días!

El verano, inasequible al desaliento en su lucha por abrasarnos y enredarnos en sudores, aunque algo venido a menos en su forma de santo veranillo, que para eso hoy es su día, San Miguel, quiere reconquistar el terreno perdido ante el ya efectivo otoño de calendario, a base de sol y algunas nubes y una máxima prevista por los madriles de 26ºC... y subiendo para próximos días. Y yo, irredento e insurrecto ante este acoso miniveraniego, me escondo en este matutino a esperar que escampe y volver a salir con renovados bríos a batirme el cobre por la causa que me parezca más justa, sin enredarme en menudencias que pudieran distraerme.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Una batalla tras otra" ("One battle after another", 2025), de Paul Thomas Anderson, basada en la novela "Vineland" (1990) de Thomas Pynchon, y con Leonardo DiCaprio, Sean Penn, Benicio del Toro, Regina Hall, Teyana Taylor, y Chase Infiniti. De este director había visto siete de sus nueve anteriores películas: "Licorice pizza" (2021), "El hilo invisible" ("Phantom thread", 2017), "Puro vicio" ("Inherent vice", 2014), "The master" (2012), "Pozos de ambición" ("There will be blood", 2007), "Embriagado de amor" ("Punch-drunk love", 2002), y la magistral "Magnolia" (1999).

Un grupo de jóvenes activistas radicales, muy bien organizado, que quiere cambiar el mundo dedicándose a boicotear toda clase de programas estatales del ultraconservador gobierno, centrándose especialmente en su feroz política antimigratoria y de deportaciones exprés. Para desmantelar la banda se envía una unidad policial de élite al mando de un despiadado capitán, quien se encapricha de una de las revolucionarias, quien a su vez está viviendo un apasionado romance con otro de sus correligionarios, y tendrá un bebé. Cuando los insurgentes son descubiertos tienen que dispersarse urgentemente y la chica, tras ser capturada por el policía, acaba por escapar y huye al extranjero dejando a su niña al cargo de su enamorado. Dieciséis años después, el padre sigue esperando su vuelta y cuidando celosamente de su hija en un lugar escondido, pero el malvado policía vuelve a sus vidas... para nada bueno.

Muy buena película (nota: 7), muy entretenida y divertida, rocambolesca y extravagante por momentos, con mucho ritmo, espectacular visualmente, lo que provocó que no se me hiciera demasiado larga a pesar de su excesivo metraje (su director es muy propenso a pasarse sobremanera con la duración de sus cintas). Es tanto un drama familiar como una sátira política, un acto de rebeldía ante el mundo en que vivimos hoy en día, provocando reflexión. Nos habla de violencia política, de élites supremacistas y racistas hasta el tuétano, de viejos revolucionarios ya cansados y abandonados a sí mismos (que tal vez puedan reactivarse), aunque también, no sé si de soslayo, de padres e hijos, de conflictos generacionales, más bien por el distinto modo de ver el mundo (en general) de adultos y jóvenes, de familias sobrevenidas no necesariamente formadas por lazos de sangre, y más... La crítica en general se ha venido muy arriba con esta película, pero a mí, pareciéndome muy bien, no me llegó a conquistar del todo.

Pues para seguir luchando por saber un poco más cada día y rebelarnos contra la perniciosa ignorancia, ahí os dejo esta batería de citas de sabiduría ajena, para que no nos las den con queso (y vino peleón):

 - "El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor, diciendo que es un guerrero nato y que su vida, desde el principio al fin, no es sino una batalla".  (Thomas Carlyle).

 - "La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo".  (Napoleón Bonaparte).

 - "Todas las batallas de la vida sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos".  (Paulo Coelho).

Besos y abrazos,

Don.

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