viernes, 5 de septiembre de 2025

Prosaico y amoroso matutino

¡Buenos días!

Seguimos de insulso verano, que parece no querer irse de nuestro lado, cuando ya estoy anhelando, suspirando porque llegue a mi vida el idílico otoño, la estación que más me gusta, con la que mejor congenio, por la que bebo los vientos, por airados que sean, dejándome empapar por él. Pues eso, hoy tenemos un día soleado, con algunas nubes, en el que se esperan unos 32ºC de máxima por los madriles. Y no pienso ponerme lírico ahora que estoy con este nuevo matutino de mis entretelas, que no se me da bien, que soy más prosaico que otra cosa, y prefiero no impostar nada que no sea inherente a mi modo de ser.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Amor en cuatro letras" ("Four letters of love", 2024), de Polly Steele, basado en la novela homónima (1997) de Niall Williams, y con Pierce Brosnan, Helena Bonham Carter, Gabriel Byrne, Ann Skelly, Fionn O'Shea, y Ferdia Walsh-Peelo. Es la primera película que veo de su directora.

Año 1971. Dos adolescentes que no se conocen pero que están predestinados para encontrarse y enamorarse, pues están hechos el uno para el otro, viven cada uno con sus respectivas familias. En la de él, que vive en una ciudad irlandesa, el padre les deja, abandonando su trabajo como gris funcionario, para atender a la llamada de un qué sé yo (una mística revelación) e irse a la costa oeste del país para dar rienda suelta a su recóndito anhelo por pintar. En la de ella, que vive en una pequeña isla frente a esa costa, su hermano sufre un trágico accidente poco antes de que se vaya a una institución religiosa para continuar con sus estudios. Tras diversas vicisitudes vividas por ambos, las casualidades de la vida harán que por fin sus caminos se crucen.

Película aceptable (nota: 5), que comenzó no gustándome gran cosa, aunque poco a poco, con sus más y sus menos, sí que acabó por lograrlo (sin alharacas por mi parte). No me desagradó en general, sin embargo. Drama romántico, de romanticismo diríamos que poético y tranquilamente arrebatado, algo impostado por momentos, un tanto soso quizá, con pátina de realismo mágico, o místico, como en la película que ayer os glosaba. Historia de predestinación en el amor, de encontrar tu perfecta media naranja, que está por ahí, aunque no siempre se encuentre. Seguro que gustará mucho más a los románticos empedernidos.

Ahora, no sé si en cuatro citas, que son cinco, trataré de dejaros compendiado todo mi amor por la sabiduría ajena, sin ripios innecesarios:

 - "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos".  (William Shakespeare).

 - "Lo que tenga que ser, será. Conozco esa filosofía. Suelen llamarle predestinación, fatalismo, hado, pero lo que realmente significa es que harás lo que te dé la real gana, como siempre".  (José Saramago).

 - "Las cartas de amor se escriben empezando sin saber que se va a decir, y se terminan sin saber que se ha dicho".  (Jean Jacques Rousseau).

 - "Pues no sé por qué no podría haber una máquina que escribiese cartas de amor. ¿Acaso no son todas iguales?".  (George Bernard Shaw).

 - "El amor no vive mucho tiempo de dulces miradas y de cartas de amor".  (George Sand).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: