¡Buenos días!
Bueno, en realidad tantas, tantísimas veces que es casi, casi siempre cuando están por aquí, al borde del amanecer, para hacerme compañía y cuidarme lo mejor que saben, y viceversa, que por estos lares los vespertinos son ya una rareza que trataré de que no desaparezcan, y de cuando en cuando hacer que asomen por aquí cuando el sol se esconda... será que son tímidos más que otra cosa, que siguen tan vivos por ahí, quien sabe dónde, esperando la ocasión más propicia para sorprenderme. Tan vivos como el pesado verano de facto que estamos teniendo, padeciendo en mi caso, en estos días de transición al otoño, con sol sin tapujos (nubosos) que molesta especialmente a mediodía, y una máxima prevista para hoy por los madriles de 34ºC, y subiendo o manteniéndose en siguientes jornadas.
Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Jone, a veces" ("Jone, batzuetan", 2025), de Sara Fantova, y con Olaia Aguayo, Josean Bengoetxea, y Ainhoa Artetxe. Es la primera película (de largo) de su directora.
Bilbao en agosto. Es la Semana Grande de fiestas, y Jone, una joven de 20 años que vive con su hermana pequeña y su padre viudo, enfermo de Parkinson, lo que le impidió seguir trabajando, al que ella cuida esmeradamente, junto con su hermana, no sin dejar de tratar de divertirse lo más posible junto a su cuadrilla de amigas. En una de sus parrandas fiesteras, calimocho va, calimocho viene, conoce a otra chica, algo mayor que ella, de la que se enamora (es su primer amor), amor embriagador con el que tratará de olvidar el miedo a quedarse sola si su padre se muriera.
Muy buena película (nota: 7) que me gustó tanto por el modo de hacer de su directora, sus delicadas y contenidas maneras, como por lo que nos cuenta, una historia de maduración juvenil mediante el amor y la muerte (de un ser querido), de cómo aprender a encajarla, especialmente cuando se es joven, de la disyuntiva entre la responsabilidad de los cuidadores y la necesidad de libertad personal para irse construyendo a uno mismo. También de relaciones paternofiliales. Una lástima su escasísima distribución, pues es mucho mejor que la mayoría de otras con más posibles.
Pues no a veces, sino siempre, se acaban los matutinos con un poco de sabiduría ajena, con estas citas que espero nos seduzcan:
A veces me parece que no estoy bien
Y lloro, y lloro, y lloro
Ja, ja, ja. [...]". (Priscilla Ahn, "Fine on the outside").
- "Es inútil tratar de escapar de la propia soledad. La lleva uno encima toda la vida. Solo a veces, a veces, puede llenarse ese vacío. ¡A veces!, pero hay que esperar a que llegue el momento. Acepta tu soledad y carga con ella toda la vida. Luego acepta los momentos en que ese vacío se llene". (D.H. Lawrence).
que por ser pena, es amarga;
sobre su palco de fuego,
la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece,
hasta que el vino se acaba
y entonces, vuelve la pena
a ser silencio del alma. [...] ". (Alberto Cortez, "El vino").
- "A veces, unos puntos suspensivos a tiempo resultan más profundos que un verso archipensado". (Gabriel Celaya).
Besos y abrazos,
Don.
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